Martín Muñoz: «No creo que alguien haya vivido más injusticias que yo».
«Fue una pesadilla terrible. En los últimos años no pude dormir más de 5 horas». Con esa frase, Martín Muñoz (42) sintetiza los 13 años y 6 meses que pasó privado de su libertad, al ser condenado a 50 años de prisión por un homicidio que tuvo lugar en 2008, hasta que la Justicia determinó que se trató de una «causa armada», lo absolvió y ordenó su inmediata libertad.
La exoneración de Muñoz fue ordenada el pasado 9 de marzo por la Sala I del Tribunal de Casación Bonaerense, a cargo de Mario Eduardo Kohan, María Florencia Budiño y Daniel Gustavo Amerise, quienes decidieron absolverlo por el delito de «homicidio en ocasión de robo», por el cual había sido condenado en 2010. «Lo primero que hice después de que me liberaron fue ir a la casa de mi mamá. Fue una fiesta. Porque después de 13 años y medio se terminó la pesadilla. Pude conocer a mi nieta de 2 años que es hermosa», exclamó el hombre de 42 años absuelto.
Según el fallo, los jueces indicaron que «no es posible asegurar, con el grado de certeza que esta instancia requiere, que el aquí encausado haya participado del homicidio», ya que la investigación se basó en torno a rumores y especulaciones que «no encontraron correlato en prueba o indicio alguno».
De esta forma, los magistrados decidieron revocar la sentencia del tribunal oral, a la vez que consideraron que no se efectuó un señalamiento contundente respecto del inculpado, sino que las testigos del hecho se limitaron a mencionar que poseía «similares características a uno de los sospechosos» y que sus testimonios se «vieron contaminados a lo largo del proceso».
El caso por el cual lo acusaban
El hecho por el cual Muñoz fue detenido tuvo lugar el 14 de junio de 2008, cuando cuatro hombres asaltaron con armas de fuego el autoservicio «La Perlita», ubicado en la localidad bonaerense de Moreno, y posteriormente asesinaron a balazos al dueño del local, Juan Carlos Miranda, quien se había resistido al robo.
Días posteriores al crimen, testigos de identidad reservada -a los que se llegó en virtud de «tareas de inteligencia» no aclaradas- indicaron que Muñoz había sido partícipe del robo, por lo que fue convocado a una rueda de reconocimiento en la que no contó con asistencia letrada.