El libro “Territorio Narco. Cómo la narcopolítica contaminó un municipio desviando fondos públicos”, de los periodistas Daniel Enz y José Amado, recibió este jueves el premio al Mejor Libro de Investigación Periodística.
“Territorio Narco” competía con “Hermano”, de Santiago O´Donnell, las confesiones de Mariano Macri sobre su hermano, el expresidente Mauricio Macri; y “Soldado Desconocido”, de la periodista Alicia Panero, en el que relata los pormenores del acuerdo sellado entre la Argentina y el Reino Unido para la identificación de combatientes argentinos enterrados sin nombre en el cementerio militar de Darwin, denominado Plan Proyecto Humanitario Malvinas.El libro de Enz y Amado abreva en una realidad muy próxima, y detalla la trama de conexiones que llevaron casi al ostracismo al exintendente Sergio Varisco.La Justicia terminaría condenando a Varisco aunque antes de que todo eso ocurriera -el juicio, los alegatos, las condenas- la ciudad fue expectadora de una serie de hechos que pusieron todos patas arriba. La mañana del 8 de mayo de 2018 ocurrió lo que nunca antes: la Policía Federal allanó, con orden judicial en la mano, el despacho del intendente de Paraná, Sergio Varisco; pero también el domicilio particular de su madre, Magda Mastaglia, en calle Pellegrini; y el departamento que ocupaba en calle Corrientes casi La Paz el por entonces concejal de Cambiemos Pablo Hernández, y además la casa de la exintegrante de la Policía y funcionaria de la Municipalidad, Griselda Bordeira, en calle Benjamín Franklin. Era el principio del fin: los operativos policiales ordenados por la Justicia Federal buscaban desentrañar hasta qué punto había ingresado a los intersticios del Estado municipal la banda narco liderada por Daniel “Tavi” Celis, quien había caído en desagracia y estaba preso, aunque desde la cárcel se las ingeniaba para manejar los hilos de la compra venta de droga en la capital entrerriana. A la cárcel irían a parar con sus huesos Hernández y Bordeira, y Varisco terminaría condenado como financiador de una banda narco, con prisión domiciliaria, ya casi al final de su mandato.
Acuerdos, desacuerdos
Varisco se impuso en las elecciones de 2015 sobre Blanca Osuna, del PJ, que buscaba su reelección. Y su llegada a la segunda gestión al frente de la Municipalidad lo puso en la obligación de cumplir con todos y cada uno de los compromisos de campaña. El principal, con “Tavi” Celis, principal actor en el negocio narco en Paraná. De todo eso se ocupa el libro Territorio narco: cómo la narcopolítica contaminó un municipio desviando fondos públicos, de los periodistas Daniel Enz y José Amado, que retrata con las herramientas de la crónica periodística el proceso judicial a Varisco, los antecedentes de Celis, sus lugartenientes y sus competidores en el negocio narco, y de cómo logró imponerse a fuerza de empeño y aprietes. Pero también, y sobre todo, de qué modo una gestión municipal transó con el narcotráfico el manejo de porciones de la Administración como pago por los servicios prestados. El libro teje y desteje los pliegues de las redes de narcotráfico en la ciudad y su supervivencia a lo largo de los años al amparo de una Justicia que suele tener el brazo demasiado corto y la vista lo suficientemente desviado la mayoría de las veces, y de un sector de la Policía que cubre las espaldas de los líderes narco. El trabajo de Enz y Amado cuenta de los personajes centrales que intervinieron en la banda narco que pudo ser descubierta en las entrañas del Estado municipal, pero también echa luz sobre personajes secundarios que arrastran una fisonomía ambigua, como el exsecretario de Servicios Públicos de Varisco, el expolicía Ricardo Frank, de buenos lazos con “Tavi” Celis. “Con Frank había un doble juego. Varisco lo convocó para que fuera el encargado de controlar a Celis”, dice el libro. Y agrega: “Nadie sabía a ciencia cierta hasta dónde llegaba ese grado de confianza en ese trío que conformaban Celis-Frank-Bordeira. Pero esos mismos sabuesos tenía registradas no pocas reuniones de los tres, tanto en el municipio como así también fuera del edificio municipal”, agrega. “Territorio narco” puede leerse en clave docu-serie o como una fotografía de la política provinciana de los últimos años, cubierta por el lodo del narcotráfico. La dirigencia política, en este caso Varisco, se ufanaban de contar con punteros barriales que no sólo le abrían el paso en zonas críticas sino que además le servían para reclutar votos con un clientelismo muy de este tiempo: además de los bolsones de alimentos o las promesas de empleos, también se empezaron a repartir bolsitas con 5 gramos de droga para asegurarse el voto.¿Nadie sabía? Enz y Amado cuentan que no era un secreto los acuerdos de Varisco con Celis: si Varisco se imponía en las elecciones de 2015, el Movimiento Vecinalista del Oeste accedería al manejo de la Unidad Municipal 2, contaría con 40 contratos iniciales y el tercer lugar en la lista de concejales para Pablo Herández. Pero “Territorio narco” no es sólo un libro que cuenta el apogeo del narco en Paraná: es, sobre todo, una crónica del juego muy sucio en política: el acuerdo que rubricó Varisco con Celis, líder del Movimiento Vecinalista del Oeste, para asegurar votos en la pelea por la intendencia de Paraná con Blanca Osuna, que vería frustrada finalmente su pretensión de reelección. Un textual que Enz y Amado le atribuyen al líder narco dice: “No quieren que les venda más marihuana para las últimas semanas de la campaña de las elecciones generales. Ahora quieren que sí o sí que les consiga cocaína para distribuir y para ellos”. Quien le hizo esa petición a Celis fue Pablo Hernández, convertido en concejal de Cambiemos por pedido del líder narco. “Territorio narco”, el último libro de Daniel Enz, en coautoría con José Amado, aborda un tema sensible de la política local: el ingreso de la droga como botín de campaña en las contiendas electorales. Ya no sólo se repartían bolsones de alimentos, materiales de construcción, la promesa de un lugar en la estructura del Estado. Ahora también se distribuye droga como parte de la estrategia proselitista para ganar votos.
El entorno
El foco de Territorio narco está puesto en la relación entre el exintendente Sergio Varisco y el narco Daniel “Tavi” Celis, y de qué modo la alianza entre ambos supuso la llegada del radical por segunda vez a la intendencia de Paraná, en 2015. “En el entorno varisquista eran muy pocos los que sabían del pacto con el narcotráfico en esos días de 2015. No se podía hablar; era algo cerrado y con códigos mafiosos. No obstante, había quienes no desconocían de las prácticas ordenadas por Varisco desde fines de la década del ´90, cuando se ufanaba de ser ´lo más parecido al peronismo´. Eso incluía, en cada campaña o elección, el reparto de dinero, bolsones de comida y también marihuana, que es lo que sumó el ex intendente radical”, dice el libro. Detalla de qué modo la droga era distribuida a punteros barriales, con cuánto afán desarrolló sus dotes de lobbista su hermano, Humberto “Humbertito “ Varisco, y luego se detiene en la figura del exintendente . “Sergio Varisco siempre tuvo una doble vida. En lo político, pero fundamentalmente en lo personal. Pocos o casi nadie conocía sus deleites íntimos, en noches o madrugadas de sexo, droga y alcohol”, reseña. Una pintura de época es el pasaje del libro que retrata lo que ocurría en la residencia de Celis ubicada en República de Siria y Segundo Sombra, en barrio La Floresta, pegado a sus dos negocios-pantalla, “Q´Carne” y “Q´Verdura”: allí, el líder narco montó su Hacienda Nápoles muy de cabotaje, con personal de servicio, agentes de seguridad y cámaras que registraban todas y cada una de las visitas que recibía: al menos en cinco oportunidades, Hernández llevó a Varisco a la mansión de Celis, en República de Siria y Don Segundo Sombra, en San Agustín; y Varisco, solo, lo visitó en al menos 15 oportunidades, revela Territorio narco. Claro que cuando la Policía allanó esa propiedad jamás pudo dar con las grabaciones de esas cámaras.
La caída
En el capítulo El Trueque se cuenta de qué modo en las elecciones de 2015, en los días previos, se distribuyeron entre 500 personas bolsitas de 5 gramos de cocaína a cambio del voto. A ese sistema, dice el libro, lo conocía Pablo Hernández. De Lucía Varisco dice que conocía los contactos de su padre con Celis, pero que prefería ignorarlos y correrse del centro de la escena. En la sentencia condenatoria de la Justicia Federal, los jueces Lilia Carnero, Neomí Berros y Roberto López Arango señalaron que era “evidente que a Daniel Celis no le interesa ´todo´ el Estado municipal, ni definir las políticas públicas, sí que quería poder político en su territorio de influencia, pues pretendía operar libremente, con salvoconducto del propio municipio; instalar a sus seguidores en distintos estamentos; acaparar dinero que provenía del cobro de determinados ítems o adicionales que se pagaban por planilla complementaria”. En diciembre de 2020, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Federal resolvió por unanimidad confirmar la condena de todos los acusados por narcotráfico en la causa conocida mediáticamente como “Narcomunicipio”, en la que estaban implicados Sergio Varisco, exintendente de Paraná; Héctor Pablo Hernández, exconcejal de Cambiemos; y Griselda Bordeira, exsecretaria de Seguridad. El tribunal, integrado por Mariano Borinsky, Javier Carbajo y Gustavo Hornos, resolvió rechazar los recursos de casación interpuestos por todas las defensas de los acusados y confirmar, en consecuencia, la sentencia condenatoria dictada el 30 de diciembre de 2019 por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná.