La peregrinación se inició con la salida de la Basílica de la imagen de la Virgen. Una extensa columna de fieles marchó por las calles de la ciudad, presidida por el obispo de Gualeguaychú, Héctor Zordán. De esa localidad se sumaron 740 ciclistas. La noche antes se hizo la Marcha Joven.
Concepción del Uruguay honró ayer a su santa patrona, la Inmaculada. Lo hizo por medio de la tradicional procesión por las calles de la zona céntrica, tal como acontecía antes de la pandemia, y la celebración de la Eucaristía, presidida por el obispo de Gualeguaychú, monseñor Héctor Luis Zordán. Bajo el lema: ‘María: enséñanos a caminar juntos’, la programación litúrgica central se inició con la salida de la Basílica de la imagen de la Virgen y el fervoroso saludo de su pueblo, a través de sus pañuelos blancos en alto, acompañados por el tañido de las campanas.
Tras la interpretación del Himno Nacional Argentino, ejecutado por la Banda de Música del Batallón de Ingenieros Blindado 2, la extensa columna de fieles comenzó a marchar detrás de la cruz procesional y de la patrona, engalanada con el tradicional arreglo de flores acercadas por los propios vecinos y los sacerdotes de la Diócesis con el acompañamiento de las guías y los scouts de los grupos San Ignacio de Loyala (capilla La Concepción) y de Nuestra Señora de Fátima.
Como en 2019, la Virgen pasó por las calles Urquiza, Galarza y Jornada para emprender el regreso por San Martín hasta su intersección con Moreno, donde se detuvo a la espera de que pasaran los numerosos manifestantes no solo de la Histórica sino también otros arribados desde distintas localidades. Cuando ello ocurrió, María inició su trayecto final hasta el atrio de la Basílica, donde se levantó el altar para la Eucaristía oficiada por el Obispo, siendo allí nuevamente aclamada con vítores, aplausos y el saludo afectuoso y respetuoso de su comunidad. “¡Viva la Virgen!, ¡Viva Nuestra Madre!, ¡Viva la Purísima!”, se arengaba de los parlantes a lo que el público respondió con fervorosos: “¡Vivas!” Fue así que una multitud asistió al oficio religioso a través del cual se oró especialmente por el alma de las personas fallecidas por coronavirus.
A su vez, el pastor de la Diócesis impartió en esta fecha especial la bendición apostólica (indulgencia plenaria).
Cabe recordar que los actos alusivos en honor a la Inmaculada Concepción se iniciaron con la novena patronal y continuaron el martes por la noche con la Marcha Joven, en el regreso a la presencialidad, después de un 2021 con una edición virtual.
De esta manera, cientos de jóvenes volvieron a acompañar a María detrás del carro musical en el trayecto que unió la parroquia María Auxiliadora con el Basílica, donde se llevó a cabo la cantata en homenaje a la santa patrona, cuya imagen salió a las 0:00 para ser saludada, por primera vez en su día, por los feligreses.
En tanto que al mediodía se dio la bienvenida a 740 ciclistas desde Gualeguaychú. La caravana en dos ruedas, acompañada por móviles del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, unidades de salud y numerosos vehículos, partió a las 5:30 desde la iglesia de Fátima y, a lo largo del trayecto, efectuó tres paradas: en La Celmira, Colonia Elía y Talita, para arribar aproximadamente a las 13:00 a Concepción del Uruguay. Aquí fue recibida por numerosos vecinos y las puertas abiertas de la Basílica para que pudiesen ingresar y saludar a la Virgen. A la salida, los ciclistas pudieron degustar de un refrigerio preparado por los jóvenes y voluntarios. “Ésta fue tercera experiencia y fue muy maravilloso”, admitió a LA CALLE una de las manifestantes, quien, pese al cansancio, reflejó su alegría y satisfacción por haber concretado este encuentro con la Virgen en su día.