Entre el FMI, la economía doméstica y la variante Omicron. Batalla en el Congreso, mientras transcurren las negociaciones para la realización de sesiones previo al recambio de bancas. Media sanción al Presupuesto 2022 en Entre Ríos, con abstención de Juntos por el Cambio. Los detalles.
Por Mariano Osuna
Pasaron dos semanas de las elecciones generales de medio término, mientras oficialismo y oposición reparan daños de la campaña y apuntan a los desafíos políticos de los próximos dos años. La mira del Gobierno nacional sigue puesta en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, por la deuda actual de 44.500 millones de dólares, contraída en 2018, que tiene vencimientos de 37 mil millones en los próximos dos años. El eje del debate, tanto del Ejecutivo nacional con el FMI, como al interior de la propia coalición gobernante, son las exigencias de la Entidad Financiera respecto al déficit fiscal y las proyecciones de crecimiento económico del próximo año.
Déjà vu
La discusión no es nueva ni original en Argentina y atraviesa varios capítulos de la historia. Las definiciones opuestas sobre el rol del Estado en la intervención de la economía, sobre las causas de la inflación, sobre la inversión social o gasto social, sobre las formas para alcanzar el superávit fiscal, sobre los métodos para la reactivación y el crecimiento de la economía, atraviesa los debates clásicos y contemporáneos de izquierda a derecha. La capacidad de condicionamiento del FMI en las decisiones económicas no es un tema de poca relevancia, no sólo por los abultados vencimientos de 2022 y 2023, sino porque limita la propia capacidad de la administración de Alberto Fernández de llevar adelante su programa de Gobierno, especialmente la ansiada reactivación económica, acompañado de un proceso de industrialización y revalorización del mercado interno, que ponga en la centralidad el alivio y la reparación de los bolsillos de los argentinos. En otras palabras, el shock de ingresos tras seis años de deterioro continuado y significativo de los salarios trabajadores y de las mesas familiares; tal vez una de las múltiples respuestas sobre los resultados del pasado 14 de noviembre. Ayer, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner difundió en su web una carta dirigida a la agenda instalada en los medios de Capital Federal sobre su supuesto silencio ante la posibilidad de un inminente acuerdo con el Fondo. En la misiva, la ex Presidenta cuestionó las operaciones opositoras y ratificó que el rumbo de ese contrato es responsabilidad indelegable del Presidente, donde el Congreso tiene un rol preponderante en su aprobación, a diferencia de lo ocurrido hace tres años cuando la toma de la deuda no pasó por el Poder Legislativo.
El viernes pasado, el Presidente firmó el DNU 809/21, que estableció una ampliación del Presupuesto 2021 de 1,2 billones de pesos, exactamente $1.277.212.656.463, con partidas actualizadas para todos los Ministerios y Anses, con el foco puesto en el turismo, la obra pública, los salarios, los servicios públicos, las jubilaciones y la inversión social. Esa dirección explica que la mayor ampliación sea para el Ministerio de Trabajo, especialmente para la Administración Nacional de la Seguridad Social. En el subgrupo de las obras públicas, con una inversión que supera los 294.000 millones, aparecen soluciones de saneamiento, cloacas, agua potable, viviendas, infraestructura vial y construcción de gasoductos, distribuidas en distintos programas nacionales. Además, la ampliación presupuestaria destina más de 64 mil millones de pesos en educación, más de 32 mil millones de pesos en la Agencia Nacional de Discapacidad, y más de 6 mil 500 millones de pesos al Conicet.
Déjà vu II
Además del acuerdo con el FMI y la necesidad de medidas que retomen la agenda de los primeros días de gestión del Frente de Todos, en épocas pre-pandemia, aparece un nuevo interrogante mundial, caracterizado por la nueva ola de coronavirus en Europa y por la aparición en Sudáfrica de la variante Omicron, que tiene más de 30 mutaciones, y se propaga de manera abrumadora. Al igual que ocurre en distintas partes del mundo, que mientras se imprime esta columna se encuentran haciendo modificaciones sanitarias, el Gobierno nacional anunció la implementación de un pase sanitario para actividades masivas y eventos en lugares cerrados, que implica la presentación del esquema de vacunación completo. El tema tiene sus complejidades en países como Estados Unidos, España, Francia, Italia, Reino Unido, Brasil y Alemania, donde un porcentaje no tan minoritario y significativo de la ciudadanía elige no vacunarse. Cuando el análisis se traslada a Entre Ríos, según el Monitor de Covid-19 del Ministerio de Salud, se encuentran registradas 1.923.310 dosis, con un 58% de personas con el esquema de vacunación completo; un número relevante, más cuando se realiza el cuadro comparativo mundial, pero que grafica también el porcentaje faltante.
Disputa por el quórum
El Frente de Todos negocia con los distintos bloques opositores para la sumatoria de las 129 bancas mínimas necesarias para la conquista del quórum y el desarrollo de la sesión en la Cámara de Diputados de la Nación. Las negociaciones apuntaban a que esa instancia se concretara durante los primeros días de la semana entrante, con un temario consensuado, aunque luego el acuerdo se enfrió. El oficialismo va a insistir en el éxito de esa convocatoria, centrada especialmente en la capacidad de convencimiento sobre los bloques minoritarios, que incluye al Interbloque Federal y al Interbloque Unidad y Equidad Federal.
Por su parte, el Senado de la Nación, con otra realidad hasta el recambio legislativo, cuando el peronismo pierda por primera vez la mayoría en la Cámara Alta desde 1983, también busca su sesión un día antes del 10 de diciembre, con un temario que integre la sanción de siete leyes y la aprobación de 69 DNU, ratificados previamente por la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo.
Juntos por el Cambio, con los idas y vueltas de una negociación tensa sobre los liderazgos legislativos y las modificaciones en la integración de su Mesa Nacional, estira al límite la negociación con el Frente de Todos, con la seguridad de poseer el reloj de su lado, tras el triunfo nacional de las elecciones y un calendario que se acerca a la asunción de nuevos legisladores, la conformación de nuevos interbloques y el recambio de bancas, donde el oficialismo necesitará 11 aliados para la concreción del quórum necesario en Diputados y de dos en el Senado.
Media Sanción al Presupuesto 2022 en Entre Ríos
La Cámara de Diputados de la provincia aprobó este jueves el Presupuesto del Ejecutivo provincial, enviado por el gobernador Gustavo Bordet. La sorpresa, o no tanto, fue la decisión de Juntos por el Cambio de abstenerse y no acompañar, por primera vez desde 2016, la Ley más importante para el desarrollo de la gestión. Con las diferencias y los matices del caso, parece similar la actitud a la narrada a nivel nacional, tras el desenlace de los comicios generales. El bloque opositor reconoció el superávit fiscal en un comunicado de prensa pero reclamó reducciones impositivas y denunció falta de convocatoria al tan mencionado diálogo. Sentido o no, la fórmula le permitió diferenciarse de los años anteriores, con los números frescos de las elecciones.
No hubo en la provincia, al menos públicamente, voces de autocríticas o manifestaciones que recuperen la iniciativa política, más allá de la intensa agenda legislativa por estos días, que también tuvo las sanciones de leyes sobre fomento audiovisual, huertas agroecológicas y la perspectiva de género en espacios gerontológicos. Tampoco hubo gestos o pistas sobre cambios ministeriales o redefiniciones de prioridades hacia los últimos dos años del segundo mandato de Bordet. Las declaraciones de propios, aliados y ajenos sobre la necesidad de oxígeno en el Gabinete presionan la idea del ex Intendente de Concordia de hacer los menores ajustes posibles para encarar la etapa final de su paso por la Casa Gris. Tal vez el único dato político de relevancia sea la decisión, salvo algún cambio drástico de último momento, que el coordinador de Asuntos Municipales para la Región Centro del Ministerio del Interior, y dirigente de La Cámpora, Tomás Ledesma, tercero en la lista del Frente de Todos, asuma la banca nacional en lugar de Enrique Cresto, a cargo del Ente Nacional De Obras Hídricas De Saneamiento (Enohsa).
En lo nacional, falta la determinación sobre la convocatoria a la sesión de la Cámara Baja, mientras que en Entre Ríos se esperan movimientos del Gobierno provincial que barajen las cartas y modifiquen el tablero actual de gestión, en un contexto que tiene el eco de las elecciones y la emergencia más visible de las disputas sobre liderazgos y aspiraciones hacia 2023.