“Nosotras esperamos que algún familiar reaccione”

El lugar permanece con las fajas de clausura.

Algunos familiares se involucraron y al ser alertados acompañaron en el proceso de denuncia.

Con el paso de los días siguen surgiendo detalles del horror que debieron afrontar los adultos mayores que residían en el geriátrico “La Casa de América”, el cual fue clausurado a principio de esta semana luego de varias denuncias radicadas por parte de un grupo de empleadas que decidieron exponer lo que allí ocurría.
Mientras Angélica Gianera (de 70 años) y Teresa Naniz Gianera (52) cumplen con los cuarenta días de prisión preventiva en domicilios particulares, empiezan a surgir relatos que dan cuenta de algunas de las situaciones que ocurrían tras los muro del inmueble ubicado en la esquina de calle Alberdi y boulevard Montoneras.
Aparentemente la situación empezó a estar en la mira de la justicia, luego de que un grupo de empleadas del lugar radicaron varias denuncias y al mismo tiempo trataban de alertar a algunos de los familiares de los residentes.
Belén González, una ex empleada del geriátrico, reveló que: “Junto a seis compañeras, hace dos meses denunciamos que cuando nos tocaba ir siempre había un abuelo lastimado o siempre pasaba algo. Ellos estaban lastimados y nos decían que se cayó, se pegó o nunca se queda quieto. Por mi parte, nunca había presenciado nada, hasta que un domingo me tocó trabajar y vi cuando la dueña le había pegado a un abuelo”.
En el mismo relato, Belén explicó ante los micrófonos de la radio pública de la ciudad que: “En ese momento no sabes cómo actuar. Lo primero que hice, cuando se retiró la dueña del lugar, fue avisarle al familiar del abuelo agredido. El adulto luego hizo la denuncia y el familiar se hizo cargo de la situación, no hizo la vista al costado. Nosotras esperamos que algún familiar reaccione a la situación, ya que como empleadas no podemos hacer mucho más que una denuncia. Es el allegado el que está a cargo.
Los abuelos con nosotras eran diferentes, no sé qué habrá pasado para que ella (por la dueña) reaccionara así, atándolos o amordazándolos”.
Además de Belén, otra empleada, de la cual no se revelaron sus datos, aceptó brindar precisiones sobre el calvario que ocurría en la propiedad: “Lo viví porque trabajé ahí adentro. Vi cómo pegaban, maltrataban y humillaban a los abuelos indefensos. El maltrato viene desde hace mucho tiempo, ahora salió a la luz debido a la denuncia que hicimos con las compañeras de trabajo y se dio a conocer por todos lados”.
“Nosotras no sabíamos nada de los abuelos, ya que no había documentos de estas personas. Es más, muchas veces le teníamos que poner apodos. Además no sabíamos el motivo por el cual los familiares de los abuelos no podían entrar. Los adultos estaban todos desnutridos y deshidratados. Prácticamente no comían. Al querer soltar a un abuelo, la dueña me levantó la mano. Era todo un desastre”, enfatizó la ex empleada del lugar ante los micrófonos de LT11.
Por último, se supo que este jueves se realizó la exhumación del cuerpo de la adulta mayor, que murió un día después de ser rescatada del geriátrico. Los restos fueron enviados a la morgue de Gualeguaychú y se espera que el cuerpo sea enfriado para luego intervenirlo durante una autopsia.