Bautismo
En la Basílica Inmaculada Concepción fue bautizada Giovanna Basualdo.
Muestra Puente
Se inauguró la Muestra Puente impulsada por la Secretaría de Cultura de Entre Ríos, el Fondo Nacional de las Artes y la Fundación 2b nonprofit. Se trata de una propuesta que reúne el trabajo de seis artistas visuales entrerrianos de diferentes generaciones.
Propone un cruce en el tiempo entre obras de artistas de Entre Ríos que rompieron con los esquemas y los formatos de su presente. Por un lado, Carlos Asiain, Mildred Burton y Gloria Montoya; y, por el otro, Julia Acosta, Federico Lanzi y Lucas Mercado. Fue gestada por la Fundación 2b nonprofit y declarada de interés cultural por el Gobierno de Entre Ríos.
La exposición busca presentar una mirada del arte contemporáneo, a partir de un conjunto de artistas de la provincia. Se trata de indagar en las propuestas estéticas de cada artista a partir de una selección acotada de obras significativas.
Santoral
Los católicos recuerdan hoy a San Martín de Tours, obispo. Nació en Hungría, pero sus padres se fueron a vivir a Italia. Era hijo de un veterano del ejército y a los 15 años ya vestía el uniforme militar. Un día de invierno se encontró por el camino con un pobre hombre que estaba tiritando de frío y a medio vestir. Martín, como no llevaba nada más para regalarle, sacó la espada y dividió en dos partes su manto. Y le dio la mitad al pobre. Esa noche vio en sueños que Jesucristo se le presentaba vestido con el medio manto que él había regalado al pobre y oyó que le decía: «Martín, hoy me cubriste con tu manto». Sulpicio, severo, discípulo y biógrafo del santo, contó que tan pronto Martín tuvo esa visión se hizo bautizar (era catecúmeno, o sea estaba preparándose para el bautismo). Luego, se presentó a su general que estaba repartiendo regalos a los militares y le dijo: «Hasta ahora te he servido como soldado. Déjame de ahora en adelante servir a Jesucristo, propagando su santa religión». El general quiso darle varios premios, pero él le dijo: «Estos regalos repártelos entre los que van a seguir luchando en tu ejército. Yo me voy a luchar en el ejército de Jesucristo y mis premios serán espirituales». Se fue a Poitiers donde era obispo el gran sabio San Hilario, quien lo recibió como discípulo y se encargó de instruirlo. Como Martín sentía un gran deseo de dedicarse a la oración y a la meditación, San Hilario le cedió unas tierras en sitio solitario y allá fue con varios amigos y fundó el primer convento o monasterio que hubo en Francia. En esa soledad estuvo 10 años dedicado a orar, a hacer sacrificios y a estudiar las Sagradas Escrituras. Los habitantes de los alrededores consiguieron, por sus oraciones y bendiciones, muchas curaciones y varios prodigios. Cuando después le preguntaban qué profesiones había ejercido respondía: «Fui soldado por obligación y por deber; y monje, por inclinación y para salvar mi alma». Un día, en el 371, fue invitado a Tours con el pretexto de que lo necesitaba un enfermo grave, pero era que el pueblo quería elegirlo obispo.
Apenas estuvo en la catedral toda la multitud lo aclamó como obispo de Tours y, por más que él se declarara indigno de recibir ese cargo, lo obligaron a aceptar. En Tours, fundó otro convento. Y los milagros, la predicación y la piedad del nuevo obispo hicieron desaparecer prontamente el paganismo de esa región y las conversiones al cristianismo eran de todos los días. A los primeros que convirtió fue a su madre y a sus hermanos, que eran paganos. Recorrió todo el territorio de su diócesis, dejando en cada pueblo un sacerdote. Él fue fundador de las parroquias rurales en Francia. En los 27 años que fue obispo se ganó el cariño de todo su pueblo y su caridad era inagotable con los necesitados.