Testigo despegó a Juan Aguilera de las imprentas

Aguilera, acusado de haberse beneficiado con contrataciones.

La hipótesis del Ministerio Público Fiscal que liga a Juan Pablo Aguilera como dueño real de las empresas Next y TEP sufrió un nuevo desliz luego del testimonio de Carlos Vitagliano.

La presunción de la Fiscalía en el legajo de las imprentas es que las empresas TEP y Next no son propiedad de quienes figuran como sus titulares (Maximiliano Sena; Emiliano Giacopuzzi y Luciana y Alejandro Almada) sino de Aguilera, quien utilizaría esa pantalla para desviar fondos públicos para la pretensión de Urribarri de llegar a la presidencia y para sus propios fines particulares.
Vitagliano es un empresario ligado a diversos rubros que tuvo negocios en paralelo con TEP y Next y con Aguilera con su empresa Visual Illusion. Durante varios tramos de su declaración mencionó que TEP y Next llegaron a su conocimiento a raíz de una consulta que le realizó Giacopuzzi. Fue en relación a la calibración de la colorimetría de una impresora de última generación. El planteo concreto fue que necesitaba asistencia técnica para poder utilizarla correctamente. Y que con Aguilera se vinculó a raíz de la campaña electoral del PJ Entre Ríos de 2015 que consagró gobernador a Gustavo Bordet. El único elemento común entre las empresas y Aguilera fue la contadora Corina Cargnel, que llevaba los números de las imprentas y del ex funcionario del Senado provincial.
Según detalló, en una primera etapa el negocio con el cuñado del exgobernador fue compra de productos y entrega. Pero en una segunda instancia, Vitagliano y Aguilera planificaron un esquema diferente. Bajo la figura del clearing, Vitagliano y Aguilera armaron un sistema donde el empresario vendía a precio y calidad ventajosa a Aguilera los insumos para la campaña del peronismo entrerriano. Los pagos anticipados que iba recibiendo le permitirían generar un fondo que le serviría para reequiparse con maquinaria e insumos nuevos a fin de expandir el negocio.
Una tercera etapa, a iniciarse después del cierre de la segunda, comprendía que Aguilera se asociara a Vitagliano quien quería alejarse del negocio y enfocarse en su firma de juicios por accidentes y lesiones. Si bien estas últimas operaciones comerciales entre privados no tenían ninguna vinculación directa con el objeto de la investigación centrada en el desvío de fondos públicos, Fiscalía se extendió durante más de una hora en conocer los detalles.

Documentos
En particular, la acusación proyectó bajo el título rimbombante de “Documentos” tres documentos de Word encontrados en un disco rígido cuyo secuestro está cuestionado. Esos escritos eran un modelo de contrato de compra – venta de una parte del capital accionario de Visual Illusion hacia Next, otro de cesión de acciones en el mismo sentido y un mutuo (acuerdo de préstamo entre privados) entre Visual Illusion y Next en el cual esta última le prestaba a título gratuito 500 mil dólares.
Estos escritos por ser archivos de texto no estaban firmados ni contenían fecha cierta, además de tener espacios en blanco en datos centrales para la debida conformación de un escrito legal (números de documento, direcciones, nombres de los representantes legales de las empresas, etc.) e incluso graves falencias en su redacción. En el encabezamiento del mutuo se dejaron espacios en blanco para completar los datos de la cónyuge de Vitagliano. “Pero yo no tengo cónyuge. Soy soltero”, afirmó el empresario quien además aseguró ante el Tribunal que era la primera vez que veía esos archivos y que no participó en su redacción.
El presidente de Visual Illusion remarcó que el ofrecimiento de asociación había sido hecho a Aguilera. “TEP y Next eran gráficas muy chiquitas de provincia. Y Visual es la segunda imprenta del país”, abundó el empresario.
Además, precisó que Aguilera le quedó debiendo plata de la segunda etapa. Al no haberse concluido esta parte de la transacción no se avanzó a la tercera fase. Y Vitagliano afirmó que tuvo que afrontar con recursos propios las inversiones que ya había iniciado para expandir Visual Illusion.
Un punto álgido del debate se registró durante el extenso interrogatorio de la acusación fiscal referido a mensajes de WhatsApp entre Cargnel y Vitagliano donde el empresario le reclamaba, a lo largo de 2015, que Aguilera le gire fondos.