Los cefalópodos, tienen tres corazones, ocho tentáculos que pueden regenerarse, sangre azul verdosa, y una famosa capacidad para camuflarse. Pero lo que no se sabía era que las sepias, una de las especies con el cerebro de mayor tamaño, tienen una memoria que no pierden con el paso del tiempo. Su extraordinaria capacidad de recordar ya había sido documentada en numerosos estudios. Pero ahora, una investigación de la Universidad de Cambridge y del Laboratorio de Biología Marina de Woods Hole (Massachusetts) descubrió que para las sepias la senectud no implica perder la memoria. A diferencia de otros animales, cuyas conexiones nerviosas se deterioran con el tiempo, estos moluscos -parientes de los pulpos y calamares- son capaces de recordar qué, dónde y cuándo sucedieron eventos específicos hasta sus últimos días de vida. Conservan un registro agudo de sus recuerdos hasta una edad equivalente a los 90 años de los humanos.