Rascacielos, niebla y vapor emergiendo de las alcantarillas componen la típica postal de Nueva York. Escenas de innumerables películas han tenido por telón de fondo a la ciudad más filmada en la historia del cine. El vapor es omnipresente en todos los films rodados en Manhattan desde 1910 a la fecha. Veinticinco años antes se había construido el sistema de túneles y tuberías que transporta vapor de agua a lo largo de 170km para dotar de un sistema de calefacción económico a sus habitantes. Ese servicio público sigue vigente 130 años después, alimentando calderas y suministrando agua caliente y energía con la que operar los ascensores de 1.650 edificios, entre otros clientes como hospitales, fábricas, tintorerías y restaurantes. Lo que suele verse en la superficie son fugas por averías o filtraciones de agua que, al entrar en contacto con los caños que están muy calientes, forman las características nubes de “humo” neoyorkinas.
