Sr. Director:
Tuve la dicha de circular durante el fin de semana por el centro de nuestra ciudad, cuando percibí al pasar por la Plaza Ramírez, que carece de iluminación.
Sí, tiene luces, pero si prestamos atención, tiene o menos focos de lo que permite el alumbrado (ya sea porque se rompieron, los rompieron o dejaron de funcionar y no los cambiaron) pero tiene una paupérrima luz.
Es una luz tenue y triste que además no es pareja porque en algunas zonas es todavía más débil y esto lo que produce es que haya más oscuridad y no se puedan lucir los monumentos que tenemos a su alrededor como la Basílica Concepción, para quienes reclamen por el Colegio del Uruguay, no cuenta porque tiene su propia iluminación.
Pero este problema también se extiende hasta la luminaria que hay en los corredores y diagonales de la misma plaza, que de noche es lo más parecido a una boca del lobo donde no se ve absolutamente nada.
Ni hablar las calles de tierra, en estas directamente es la misma oscuridad. Ojalá puedan solucionar este problema, porque significaría un embellecimiento que cambiaría drásticamente la ciudad, ayudaría a la circulación y también contribuiría con los locales comerciales para que se vean más.
José Luis Rudigier