Llevan más de 380 días regresando a sus hogares exhaustas. Manteniendo la distancia social en el trayecto. Lavando con cloro las suelas de sus zapatos. Cambiándose la ropa en la puerta. Fregando sus manos agrietadas por la sequedad de la piel una y otra vez, antes de abrazar a sus hijos y familiares. Las enfermeras y enfermeros son los héroes de este tiempo. Ayer fue su día y en las calles de todo el mundo el arte callejero les rindió su homenaje.