La UNER buscó priorizar la salud de su comunidad

El 2020 fue “un año muy especial, complejo y diferente”.

Así lo afirmó el rector, Andrés Sabella al efectuar un balance de lo acontecido en el
último año lectivo.

Debido a la pandemia, en marzo de 2020 la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) tuvo que cerrar sus edificios y rearmarse en cada uno de nuestros hogares. Sin distinguir a qué área se pertenece o qué rol ocupa, todas las experiencias se transformaron sustancialmente. Por eso, en tiempo de balances, el del último ciclo fue muy distinto a otros.
Al respecto, el rector de la casa de estudios, Andrés Sabella, afirmó que “2020 fue un año muy especial, complejo y diferente. La prioridad de nuestra gestión, me refiero al Rectorado y las facultades, fue privilegiar la salud y el bienestar de toda nuestra comunidad universitaria, como parte de la sociedad entrerriana y argentina. Llevamos adelante un sinnúmero de acciones que intentaron contener a nuestros trabajadores en este contexto, como así también a todas las medidas y acciones las hemos hecho, intentando respetar el derecho fundamental de nuestros estudiantes. En eso la Universidad claramente dio una respuesta mucho más que satisfactoria”, afirmó.
Asimismo, resaltó que “han podido trabajar los secretarios de Rectorado codo a codo con los secretarios de las facultades. Fue un cambio para bien y que viene para quedarse, así como yo, como rector, he podido trabajar con los decanos para consensuar cada uno de los temas que hemos tenido que afrontar”.
Por último, Sabella reflexionó: “El eje ha sido siempre mantener la calidad que caracteriza a la UNER y me siento orgulloso de todo lo que hemos hecho. La universidad pública argentina no se detuvo y realizó acciones que han permitido estar a la altura de lo que la sociedad argentina ha demandado en esta situación de pandemia”.

Un nuevo escenario
En tal sentido, se expresó que “en 2020 se aprendió a cuidarse colectivamente, a relacionarse de otras maneras, a realizar las actividades en circunstancias inéditas e imprevisibles.
El mismo contexto también desafió a incorporar nuevas herramientas, recursos y competencias. Gracias al compromiso de su comunidad, la UNER continuó escribiendo su historia, sin dejar de mirar hacia adelante”.