El mundo del fútbol sigue despidiendo a Diego Maradona

Lionel Messi celebró su gol ante el Osasuna mirando al cielo, con la camiseta de Newell's.

Lionel Messi, el plantel del Nápoli, a nivel nacional Boca Juniors y el ascenso fueron algunas de las emotivas expresiones que se vivieron en recuerdo de Maradona, uno de los mejores jugadores de la historia.

Lionel Messi festejó su gol, el cuarto del equipo catalán, con una celebración dedicada a Maradona: se sacó la 10 del Barça y mostró que debajo tenía la casaca de Newell’s Old Boys con la número 10, una réplica de la que usó Diego en su paso por el club rosarino, en 1993.
Fue en el minuto 27 del segundo tiempo del partido entre Barcelona y Osasuna, cuando el capitán marcó el 4 a 0 y generó un instante que quedará por siempre grabado para los fanáticos del fútbol por el emotivo y sentido homenaje.
El rosarino, confeso hincha de la «lepra», completó el homenaje con el gesto de un beso dirigido al cielo.El árbitro Antonio Mateu Lahoz empañó la escena perfecta cuando en una actitud fiel al reglamento, pero lejana al sentimiento, le mostró la tarjeta amarilla a Messi.
En suma, fue un homenaje inolvidable del 10 ecuménico desde hace 15 años para el eterno «Diez», fallecido el pasado miércoles a los 60 años tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Con apenas seis años, Messi estuvo junto a su padre, Jorge, en el estadio del Parque Independencia de Rosario -actualmente Coloso Marcelo Bielsa- en el debut de Maradona con la camiseta de Newell’s, en un partido amistoso contra Emelec, de Ecuador.
Víctima de la eterna comparación con el mito, el crack rosarino, de 33 años, demostró con un simple pero contundente gesto que la admiración, el respeto y el cariño entre ellos será eterno.
Desde su participación en el programa televisivo «La Noche del 10», con apenas 18 años, pasando por el Mundial que compartieron en Sudáfrica 2010 como DT y jugador, y hasta con su preocupación por la salud luego de la operación en la cabeza, Messi siempre se mostró respetuoso de la figura de Maradona, quien a su vez -la mayoría de las veces- le regalaba elogios.
En la previa del partido, Messi se había mostrado visiblemente afectado durante el minuto de silencio que realizaron los dos equipos alrededor de la camiseta 10 de Barcelona y luego alzó su cabeza en dirección a la pantalla del Camp Nou donde se proyectaba una imagen de «Pelusa» durante su etapa en el club catalán.
El viernes, antes del entrenamiento, el plantel del neerlandés Ronald Koeman también había hecho un minuto de silencio y allí Messi también estuvo cabizbajo.
En los últimos días había trascendido que Messi tuvo la intención de viajar a Buenos Aires para estar en la velatorio que se llevó a cabo en Casa Rosada pero no le dieron los tiempos para realizar el trayecto.
El tributo de Messi generó una inmediata reacción en las redes sociales.La cuenta de Barcelona publicó la foto de Messi con la «rojinegra» y escribió: «Va por ti, Diego». Casi en simultáneo, Newell’s publico el video del momento con el siguiente mensaje: «De 10 a 10, de leproso a leproso. El mejor del mundo y su homenaje a #D10S, con los colores del corazón».
Y en otro posteo junto a otras dos fotos agregó: «Pongan las palabras ustedes porque yo no puedo».
La cuenta de La Liga sintetizó: «Un gol para la historia». Y también la FIFA remarcó: «Cuando una imagen dice más que mil palabras».

Nápoli se vistió de celeste y blanco recordando a su ídolo
Napoli, la segunda casa futbolística de Diego Maradona después del seleccionado argentino, se vistió ayer justamente con la camiseta nacional albiceleste con la que se convirtió en el máximo referente histórico del fútbol de su país, y su capitán, Lorenzo Insigne, que le ofrendó un ramo de flores a su imagen antes del partido con la Roma, después paseó su histórica casaca número 10 cuando convirtió un golazo de tiro libre.
Como si hubiese estado guionado, exactamente a la media hora del primer tiempo Insigne clavó la apertura de un marcador que terminaría con goleada napolitana por 4 a 0, como refrendando aquellos tiempos reivindicatorios que desde el fútbol impulsó Diego para que el Sur dejara de ser postergado por el Norte de Italia también en este deporte.
Insigne, nacido justamente en Nápoles hace 29 años, corrió antes del encuentro desde la mitad de la cancha hasta una de las graderías laterales del estadio San Paolo, que próximamente pasará a llamarse Diego Armando Maradona y donde estaba una gigantografía del «Diez» y depositó debajo de la misma un enorme ramo de flores amarillas y blancas.
Posteriormente regreso a la mitad de la cancha y luego de que los futbolistas se formaran en círculo para brindarle un minuto de silencio a esa imagen y a otra, ubicada a igual tamaño en las gradas de enfrente con la palabra mezclada con números AD1OS, también de fondo amarillo y letras negras, colocó al borde el círculo central la camiseta con la que después celebraría su primer tanto.
Toda la circunferencia del círculo central también estaba ocupada con la misma imagen de Diego que aparecía en las tribunas, vistiendo una camiseta azulada de Napoli.