Tras sacudir al mundo en apenas tres años con su revolucionario estilo, actuaciones memorables y un puñado de brillantes discos, moría hace medio siglo Jimi Hendrix, el más grande guitarrista de rock, que definió para siempre el sonido de este instrumento en el género a partir de una soberbia e inigualable destreza reñida con la ortodoxia y el carácter expresivo de su toque. Su velocidad para ejecutar solos, su indescifrable técnica, su capacidad para combinar distintos efectos como distorsiones o el uso del pedal wah-wah y sus acrobáticas y pirotécnicas presentaciones, perfiló a este artista, nacido en Seattle y fallecido a los 27 años en Londres, como un modelo a seguir por todos sus colegas. Pero, además de destacarse como la quintaesencia del guitarrista de rock, el músico también dejó su sello como autor con clásicos como Little wing, Purple haze, Voodoo Chile y Crosstown Traffic, entre otros. Al frente del trío que completaban el bajista Noel Redding y el baterista Mitch Mitchell, con el nombre The Jimi Hendrix Experience, grabó tres revolucionarios discos -Are you experienced, Axis: bold as love y Electric ladyland.