El abogado de Jorge Ríos, afirmó que denunciará al conductor del Fiat Uno por falso testimonio. Dijo tener audios que lo comprometen. Hay tres detenidos.
El abogado Hugo Icazati, a cargo de la defensa de Jorge Ríos (70), desmintió este jueves la declaración del testigo clave y aseguró que la bala que provocó la muerte del delincuente en Quilmes fue disparada adentro de la casa del jubilado.
“Vamos a ir por el falso testimonio. El testigo (el conductor del Fiat Uno que se ve en el video del hecho) dice que mi defendido le apoyó en el arma en el pecho y le tiró dos tiros. Para empezar, no hay dos balas en el pecho, por lo que es falso”, afirmó Icazati.
El testigo -un colectivero cuya identidad está protegida- se presentó el miércoles a declarar de manera espontánea luego de escuchar decir a los abogados de Ríos que el Fiat Uno era el vehículo en el que huyeron los presuntos barrabravas cómplices en el asalto. Afirmó, además, que en principio pensó que el ladrón Franco Moreyra (26) había sufrido un accidente, pero luego escuchó tres disparos y se fue.
Según Icazati, “existen audios” en los cuales el colectivero le relata el episodio a un tercero: «Dijo que estaba pasando con el auto y vio a uno tirado, agarrándose la panza. “Lo iba a rescatar porque vi que era Piru (presunto apodo de Moreyra), pero vi que venía el viejo y me fui, a ver si me mataba”, dice. “Ante un reproche, respondió que se fue porque tenía el auto trucho, con (pedido de) captura. O sea, conocía al muerto. Ese audio lo tenemos y lo vamos a presentar”.
Declaraciones del testigo
El testigo clave es un colectivero que contó a los investigadores que presenció “parte de ese hecho” y reveló la dos secuencias en las que escuchó en ese sitio los tres disparos. “Doblo en la calle Benito Pérez Galdos sobre la arteria Acha con sentido norte a sur, y al llegar a la calle Ayola, observo una persona de contextura física morruda, pelo bien corto vistiendo una campera de color crema, al cual no reconozco porque esa calle no posee buena iluminación”, dijo el testigo.
“Este sujeto se tomaba del pecho con sus manos y estaba encorvado, por lo que me detengo y me coloco a la par y le pregunto si se encontraba bien, si necesitaba ayuda, por lo que este masculino no me respondió nada”, relató el chofer de colectivo.
“En ese momento es que veo por el espejo retrovisor de mi vehículo, que desde atrás ya se encontraba una persona mayor quien poseía en su mano un arma de fuego, y que en ese instante escucho un disparo de arma y que enseguida escucho un segundo disparo”, particularizó esta persona que sería vecino del jubilado.
“En ese momento y ante esta situación es que acelero mi vehículo y me voy del lugar, hasta llegar a la calle Irala donde doy la vuelta en U y vuelvo a pasar por donde estaba este hombre armado, haciendo esto por nervios ya que no sabía quiénes eran, no sabiendo cómo actuar, si bajarme o no”, agregó a la justicia.
“Al pasar lo veo al hombre pateando al masculino que estaba en el piso y ante mis nervios sigo sin parar pero a baja velocidad, y en ese instante escucho un nuevo disparo, siendo el tercero”, completó su relato.