Todos miraron para el costado: autoridades y sociedad entera

Señor director:
Así como los porteños tienen a creer que el país termina en la avenida General Paz, quienes comandan los destinos de nuestra ciudad n materia administrativa y de seguridad pareciera que creen que Concepción del Uruguay termina en los bulevares 12 de Octubre, Aráoz y Días Vélez. Esto es fácilmente demostrable con los operativos de seguridad que planearon para estas fiestas, donde lo único que se custodio para impedir aglomeraciones de jóvenes en medio de la pandemia fueron los espacios públicos del centro.
De esta manera las autoridades se jactaron vía redes sociales y fue replicado en la mayoría de los medios de comunicación de la ciudad, incluido el diario La Calle (perdón que se los remarque a ustedes también, pero es así), un supuesto mega operativo conjunto que habría dado resultados extraordinarios sin mayores reuniones sociales no permitidas en el marco de la lucha contra la actual pandemia por coronavirus.
Quiero comunicarles a las autoridades y a los medios de comunicación, que existe una ciudad, que en realidad es la misma, más allá de los bulevares nombrados. Especialmente entre el monumento a Urquiza y el hipódromo local. Allí existen una gran cantidad de propiedades donde se llevaron adelante gran cantidad de reuniones donde faltó el uso del barbijo, ni de casualidad se respetó el distanciamiento o burbuja familiar, los envases de alcohol pasaron de mano en mano y dichas juntadas se extendieron por varias horas. En tiempo de redes sociales y cámaras digitales en los teléfonos, estas situaciones quedan expuestas de manera inevitable. Es real que no hubo juntadas en las calles céntricas de la ciudad, pero también es real que la falta de respeto a la actual situación sanitarias que tienen una gran porción de la sociedad se hizo notar fuerte. También es verdad que es difícil para l estado y la policía hacer respetar los protocolos, cuando la gente está muy influenciada por el cuento de la infectadura que aplicaron para no gobernar. La sociedad uruguayense debería madurar un poco en este sentido y empezar a tener presente lo que está pasando, con un hospital desbordado, pero las autoridades también deberían ser un poco más realistas a la hora de informar y los medios de comunicación como siempre deberían tener un poco más de objetividad y si los dejan expresar lo que realmente pasó: gran cantidad de reuniones desbordadas en zonas alejadas del centro. Tal vez poniendo a esos policías, que estaban pintados en el centro, a trabajar en zonas más de suburbios o de casas quintas. Muchos creyeron que el cambio de año eliminaría el virus, pero deben saber que no es así y que estamos cada vez peor. La crisis se va a profundizar y debemos educarnos a respecto.
Gabriel Miró