Se tranquiliza la economía

Por: Carlos Heller.

El Indec dio a conocer la inflación de junio (3,2%), apenas por debajo del valor de mayo (3,3%). Sigue siendo un nivel elevado, aunque se ubica por debajo de los incrementos previos (superiores al 4%), y se retorna a lo ocurrido en noviembre pasado. Es preciso que se consolide esta dinámica a la baja. Vuelvo a repetir que no están dadas las condiciones que los manuales ortodoxos establecen como generadoras de inflación: se cumplen los criterios presupuestados en materia fiscal, monetaria; el dólar no impulsa a los precios, tampoco las tarifas y los salarios. Y si bien estos últimos han empezado a repuntar por la apertura de las paritarias, no es causa sino consecuencia de la suba de precios. Es decir, la inflación no la genera el Estado, como muchos analistas intentan sostener, es un problema de puja distributiva.
Según las estadísticas oficiales, “los bienes incluidos en Precios Cuidados representan más del 10% del total de las ventas de los supermercados adheridos, mientras que la participación de estos productos se ha incrementado un 50% en lo que va de 2021.
La actividad económica sigue transitando a “dos velocidades”, con algunos sectores recuperándose, como el industrial, y otros que todavía siguen muy golpeados por la pandemia. Por ese motivo el Gobierno ha diseñado distintas políticas, entre ellas el REPRO. En junio el REPRO 2 asistió en el pago de los salarios a un universo de trabajadores en relación de dependencia e independientes cercano a las 557.000 personas. Más de la mitad del empleo cubierto pertenece a empresas cuya dotación no supera los 50 empleados/as”. Estos datos dan cuenta de que está focalizado en ayudar a las pymes.
En este marco hay que incluir el bono extra en junio por 5.000 pesos para jubilados/as y pensionados/as que tengan ingresos de hasta 2 haberes mínimos, que alcanzaría a 6 millones de personas (el 83% del universo que cobra haberes).
De esta forma se refuerza el compromiso de que este año el ingreso de las jubiladas y los jubilados (al igual que el de las y los trabajadores) mejoren su poder adquisitivo. Una decisión política que, como tantas otras, forma parte de los ejes iniciales de esta gestión, impulsa la demanda y por lo tanto la producción, y, esencialmente, trasciende a la cuestión electoral.