Recuerdo distante de una tragedia

Señor director:
Los Hermanitos Videla, se llamaba aquel conjunto musical que tuve la oportunidad de conocer en los primeros años de 1940 en el Monumental, local de espectáculos en el centro de la ciudad. Eran alrededor de seis hermanos que tocaban distintos instrumentos que conformaban la orquesta de chicos que siempre recuerdo. Vinieron de la localidad vecina de Colon a actuar en nuestro pueblo Concepción del Uruguay, lugar de mi nacimiento.
Yo vivía en los suburbios, al suroeste del centro en el conocido barrio el Cerrito. Tuve la suerte que en dicho lugar se había instalado una pequeña biblioteca popular que se llamó “Sembrando flores” y a quienes como yo nos gustaba la lectura nos sembró de conocimiento. El lugar sirvió además para encuentros; fue tan así que el primer club de futbol del barrio también tuvo su lugar. Después supe que la biblioteca fue impulsada por la Federación el Despertar del Obrero a través de don Teodoro Amarillo que vivía en el barrio. También me acuerdo que fue Tito Escalada el creador del club que además le puso de nombre “Villafito” por Fito Marcó que había nacido hace poco tiempo. Tuvo muy en cuenta que era el nieto de Cipriano Marcó, que fue vice-gobernador de la provincia y además era dueño de los campos cercanos que los jugadores del joven club usaban como su cancha. Recuerdo que los chicos del barrio íbamos junto a los jugadores, caminando más de veinte cuadras hasta la cancha que estaba justo al lado del balneario municipal, donde se realizaban campeonatos relámpagos de fin de semana. En el camino se iban agregando los jugadores que se domiciliaban por el trayecto. Me acuerdo del negro Peñaloza, el gringo Iselli entre otros. Sin embargo lo que nunca olvidé fue el paso por la casa del jugador que le llamaban Caravana, porque tenía un escrito notable en su pared, si bien no recuerdo con exactitud; creo que decía: “Esta obra fue realizada con la cooperación y el esfuerzo del despertar de los obreros”.
Veinte años después cuando ya estaba casado con Teresita Duarte mi esposa; me dijo que en su adolescencia cuidaba dos hermanitos de meses, que eran hijos del jugador del club de mi niñez, cuyo domicilio era dicha casa. Pasado el tiempo nos enteramos que esos hermanitos Juan Ramón y Néstor Zaragosa ya hombres, fueron mártires en su lucha contra la última dictadura militar. Para entonces, habían pasado muchos años de aquel 11 de junio de 1956 cuando el teniente 1ª de banda Néstor Marcelo Videla uno de los hermanitos de aquella orquesta, fue fusilado en campo de mayo junto a 25 compañeros un día antes que su jefe el general Valle, por el gobierno militar de Aramburu y Rojas.
José Martín Ríos