¿Elección nacionalizada o anclada en las realidades provinciales? A 18 días de la inscripción de los frentes electorales, el escenario político se mueve: La estrategia del oficialismo nacional se direcciona entre vacunas y la economía, mientras que la principal oposición busca rearmarse sin conducción definida. ¿Y en Entre Ríos?
Por Mariano Osuna
Como adelantó La Calle, el próximo 14 de julio es la fecha estipulada por el calendario dispuesto por la Cámara Nacional Electoral para la oficialización de las alianzas electorales, y 10 días después el plazo final para la inscripción de las listas y sus nombres. En un escenario donde se renuevan 127 bancas de la Cámara de Diputados y 24 escaños en el Senado nacional, el proceso de negociaciones y definiciones muestra algunas características y elementos de análisis, sobre las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se realizarán el domingo 12 septiembre y las elecciones generales que se llevarán a cabo el próximo 14 de noviembre. En Entre Ríos se sustituyen cinco bancas, que tienen al Frente Creer y a Juntos por el Cambio como únicos actores con posibilidades de acceder a ellas. De esa manera, la contienda se reduce a la disputa por quién se lleva tres escaños, contra los otros dos restantes.
La agenda del Gobierno nacional
A nivel nacional, el Ejecutivo acelera la campaña de vacunación, que actualmente tiene más de 18.920.000 de vacunas aplicadas y donde todas las provincias ya están vacunando a menores de 50 años sin comorbilidades. En simultáneo, anunció una extensión de tiempo con el Club de París para seguir negociando un acuerdo sostenible para el país, y oficializó el nuevo esquema de exportaciones para la carne bovina, luego de la suspensión por 30 días de ellas, con el objetivo de desenganchar los precios del consumo popular en los hogares argentinos con los precios internacionales de exportación, y al mismo tiempo ordenar el esquema general en la materia. La nueva reglamentación estipula un cupo del 50% para la exportación; fija que los cortes más populares, que incluye media res, cuartos con huesos, asado, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío, son para comercio interior; establece 11 cortes a precios accesibles; y confecciona mayores controles y fiscalizaciones respecto a subfacturaciones, evasiones y el proceso general de las exportaciones.
Con esas prioridades, el Frente de Todos que llevó a Alberto Fernández a la Presidencia, tiene su primera elección, las siempre difíciles instancias de medio término, con ese armado en coalición ya en el Gobierno. Una estrategia que fue replicada en muchas provincias, mientras que otras sirvieron como antesala de esa confluencia nacional. El caso de Entre Ríos ejemplifica esta segunda fórmula, con el frente Creer, que permitió la reelección de Gustavo Bordet a la Casa Gris.
La situación del peronismo nacional se diversifica en las distintas realidades del país. El norte, salvo Jujuy (que hoy tiene elecciones) y Corrientes, como la provincia de Buenos Aires, son bastiones fundamentales del oficialismo nacional, mientras que Capital Federal, Córdoba y Mendoza aparecen como núcleo duro de Juntos por el Cambio en materia legislativa. Santa Fe y Entre Ríos, ambas gobernadas por el peronismo, debaten la configuración de esa correlación de fuerzas en el tablero federal. El escenario en cada provincia es muy dispar por las propias configuraciones de lo social, por el grado de nacionalización de la elección y de la discusión política, por cuestiones más específicas de la propia construcción de poder local, y por la situación de los ejecutivos provinciales y las fuerzas de la oposición. Ya veremos más adelante, qué ocurre en nuestra provincia.
Radiografía opositora
Por su parte, Juntos por el Cambio se enfrenta a la primera disputa en las urnas luego de perder la posibilidad de reelección de Macri. La salida del Poder Ejecutivo en 2019, desató una serie de internas, profundizadas por el calendario en marcha, ante la falta de una conducción definida de la principal alianza de oposición. La reunión fallida del pasado miércoles, con notorias ausencias, de Cambiemos, mostró las disidencias entre la estrategia de una conducción que no deja de existir, en cabeza del expresidente Mauricio Macri, y una estrategia que se rodea bajo la figura del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Esas diferencias se marcaron, en primera instancia, entre quienes tenían responsabilidades institucionales, como gobernadores e intendentes, respecto a quienes no las tenían, como Bullrich o el exmandatario, en el marco de la pandemia mundial y la forma de proceder como oposición. Con el tiempo, esos matices importantes desembocaron en el anticipo de una interna hacia 2023 y la posibilidad de generar las referencias necesarias en los comicios de este año. Por estas horas, las principales disputas pasan por la posibilidad de enroque entre candidaturas de Capital Federal y provincia de Buenos, como también por lo que ocurra finalmente en Córdoba, respecto a los distintos sectores que compiten por la representatividad del sello electoral.
Como diría Nietzsche, el camino hacia el infierno está lleno de buenas intenciones. Esa frase grafica la situación forzada o de impostura que distintos sectores intentan para resurgir lo que en algún momento intentó Unión Pro, luego el Frente Renovador y más tarde Consenso Federal, con Roberto Lavagna a la cabeza. En este trabajo de avenida que se angosta en un medio casi ficticio se encuentra el Socialismo conducido por la ex intendenta de Rosario, Mónica Fein, luego de las internas que atravesaron la posibilidad o no de un frente con Juntos por el Cambio; el peronismo cordobés de Schiaretti; los resabios del peronismo salteño del ex gobernador Urtubey y la aparición del exministro nacional de Transporte, Florencio Randazzo. El GEN, de Margarita Stolbizer, que es gobierno con Morales en Jujuy e integra Juntos por el Cambio en Entre Ríos, parece dar por agotada esa instancia, como propuso el socialista Roy Cortina, hoy armador de la candidatura de Larreta.
En Entre Ríos
En la provincia del Litoral se renuevan cinco bancas de la Cámara de Diputados de la Nación, hoy ocupadas por Carolina Gaillard y Mayda Cresto, por el Frente de Todos, y Atilio Benedetti, Alicia Fregonese y Jorge Lacoste, por Cambiemos. El tablero se caracteriza por transcurrir los últimos dos años de gestión del Gobernador, por las expectativas de distintos actores del peronismo en la sucesión y por una oposición que tiene las mismas dificultades nacionales ante la falta de una conducción única.
El mandatario provincial no ha dado pistas sobre la convocatoria ni tampoco sobre las estrategias principales de una campaña que sólo tiene confirmado que la lista saldrá por consenso entre Gustavo Bordet, Alberto Fernández y Cristina Fernández; aunque la diferencia notoria con 2019 es que en ese momento no eran presidente y vicepresidenta de la nación. El interlocutor y armador del gobernador será el actual senador nacional Edgardo Kueider, persona de confianza y exsecretario de Gobernación en la primera gestión provincial del ex Intendente de Concordia. Los nombres que se repiten abarcan actuales diputadas nacionales, funcionarios nacionales, intendentes, funcionarios provinciales y legisladores provinciales, sabiendo que es importante una oferta que arrastre votos más allá de las influencias del debate provincial y nacional.
En Juntos por el Cambio, la principal figura parece ser Rogelio Frigerio, quien apuesta a llevar en su lista al actual diputado nacional Atilio Benedetti, como una fórmula que unifique el frente electoral, a sabiendas de que la principal estructura territorial de la alianza es la UCR. Para el exministro del Interior de Mauricio Macri es una prueba de fuego pensando en el 2023; como déjà vu del 2015, cuando el radicalismo relegó su rol protagónico para encolumnarse detrás de la figura de Alfredo De Ángeli. Otro ex ministro, en Agroindustria, de la gestión Cambiemos, Luis Etchevehere también apuesta su ficha, como también ocurre con el espacio Construir que nuclea a intendentes de la provincia, como Pedro Galimberti de Chajarí, enojados con la conducción del último candidato a gobernador del espacio. Allí también aparece un espacio que encabezan los ex intendentes de Gualeguaychú, Emilio Martínez Garbino y Luis Leissa, el ex legislador menemista Augusto Alasino, el exgobernador Mario Moine y el actual intendente de Santa Elena Daniel Rossi.
La tercera vía que se discute en otras provincias no parece tener relevancia en el escenario provincial, donde se descarta que el ganador se lleve tres lugares y el perdedor los dos restantes. Allí en el medio queda un Socialismo en reconstrucción luego de la interna y el fallecimiento de su jefe político, el ex gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, el espacio Libres del Sur que rompió con Daniel Menéndez a nivel nacional y algún entusiasta bajo las figuras de Lavagna y Randazzo.
Queda mucho por definir pero los días pasan. Un escenario electoral difuso pero con frentes definidos y aspiraciones y necesidades distintas. No parece una buena decisión la posibilidad de internas en los principales puntos del país, en el camino a dar continuidad con un calendario en pandemia que inició en Misiones y continúa esta jornada en Jujuy. En Entre Ríos la pelota está del lado del gobernador y la capacidad de articular un frente exitoso, mientras que la oposición dirime sus liderazgos con el objetivo de dar disputa dos años después. El tablero sigue con todas las piezas y el jaque aún parece lejos.