Piden perpetua por un femicidio

Centro de Justicia Rosario.

Un fiscal rosarino pidió que sea condenado a prisión perpetua un hombre de 31 años acusado de ahorcar en 2018 a su expareja y luego simular un suicidio, hecho del que fue testigo la hija de la víctima, de entonces 10 años, en una vivienda de esa ciudad santafesina, informaron fuentes judiciales.
En una audiencia preliminar al juicio oral, el fiscal del caso, Miguel Moreno, acusó a Gerardo Ariel N. de asesinar a su expareja, Noelia García, la madrugada del 23 de octubre de 2018. De acuerdo a lo ventilado en una la audiencia celebrada en el Centro de Justicia Penal de Rosario, el fiscal acusó al hombre de «homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género», por el que seguirá preso al menos hasta el juicio. Asimismo, adelantó que pedirá la prisión perpetua, requerimiento que fue aceptado por el juez del caso, Gustavo Pérez Urrechu.
De acuerdo a lo ventilado por el fiscal, el 23 de octubre de 2018, aproximadamente a las 4.45 de la madrugada, en una vivienda ubicada sobre la calle Juan B. Justo al 5.800, de Rosario, el acusado ahorcó a quien era su expareja y madre de sus tres hijos, de quien se había separado en 2015 por hechos de violencia de género que habían sido previamente denunciados por la víctima.
Según la investigación, el hombre produjo el ahorcamiento de la mujer con un cable, a la vez que con una almohada que le colocó sobre el rostro para que no pudiera gritar, le produjo la muerte por asfixia.
Para el fiscal, todo se produjo en un contexto de violencia de género para lo que aportó pruebas y testimonios de profesionales, de familiares y de una hija de la víctima, que presenció el hecho y declaró en cámara Gesell.
El día del hecho, el acusado llamó a la policía y contó que en un momento se levantó para ir al baño y se topó con el cuerpo de Noelia, que se había ahorcado con un cable atado a un ventilador.
En cambio la nena declaró que se despertó por los gritos de su madre y que vio cuando el hombre ejercía presión con una almohada que le cubría el rostro y que cuando le dijo que la «soltara» él le respondió que la «estaba ayudando a respirar».
Noelia García (29) era oriunda de la provincia de Buenos Aires y se había mudado a vivir a Rosario en 2009, cuando conoció a Gerardo, con quien tuvo tres hijos que al momento del homicidio tenían 5, 6 y 8 años.