Para avanzar hay que tener los números claros

Señor director:
Durante poco más de tres años tuve que aguantar a votantes del gobierno anterior que se jactaban de entender y saber de economía, mientras el peso se desmoronaba a pasos agigantados y perdía mucho terreno con respeto a las demás monedas de la región.
Habían asumido los Maradona de la economía con un dólar oficial de más o menos 9 pesos y un paralelo de 14, con una economía con bastantes vicios que debían ser corregidos. Pese a esto, un dato que suelo recordar, es que asumieron con el libro de leche de venta público que rondaba entre los 8 y 10 pesos, según marca y comercio donde se adquiría.
Luego de maniobras económicas supuestamente brillantes y que no dieron resultados por supuesta mala fe de la entonces oposición, el peso argentino empezó una carrera vertiginosa que llevó al gobierno de cambiemos a contraer una deuda histórica con el Fondo Monetario Internacional en desmedro del futuro argentino, perjudicando notablemente al aspecto social en primera instancia.
Luego de perder las elecciones, entregar un dólar oficial a más de 60 pesos, un paralelo que rozaba los ochenta y un litro de leche a casi 60 pesos de venta al público; Cambiemos abandonó el poder y se dedicó a dar cátedras de cómo debía “reperfilarse” o negociarse la deuda del país.
Gracias al trabajo realizado por la actual gestión nacional, la que también hace frente a una pandemia mundial, el país pareciera volver a tener un horizonte con previsibilidad económica, la cual puede brindar las bases para intentar reestructurar la economía interna del país. Todo con una oposición fragmentada y con un líder autoexiliado en Europa por tiempo indeterminado.
Ezequiel Gradizuela