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Bautismo
Juana Antonia Goudard fue ungida con los óleos bautismales en la parroquia San Roque.

Santoral
Los católicos recuerdan hoy a San Jenaro. Famoso por el prodigio de su sangre que se obra cada año en Nápoles (Italia), fue obispo de esa ciudad cuando estalló la terrible persecución de Diocleciano. Fue hecho prisionero y encerrado en una oscura cárcel, junto con sus diáconos y colaboradores. Los llevaron al anfiteatro o coliseo para que fueran devorados por las fieras. Pero éstas, aunque estaban muy hambrientas, se contentaron con dar vueltas rugiendo alrededor de ellos. Entonces la chusma pidió a gritos que les cortaran la cabeza a estos valientes cristianos. Y así lo hicieron. Personas piadosas recogieron un poco de la sangre de San Jenaro y la guardaron. La fama universal de que goza se debe a un milagro que se obra todos los años en Nápoles. Éste se viene obrando desde hace 400 años, sin que lo hayan podido explicar ni los sabios ni los estudiosos o investigadores. Un sacerdote expone en el altar una ampolleta del tamaño de una pera, que contiene la sangre solidificada del santo. La coloca frente a la urna que contiene la cabeza del santo. Todos empiezan a rezar y, de un momento a otro, la sangre, que estaba sólida y negruzca, se vuelve líquida y rojiza. Y crece de tamaño dentro de la vasija de vidrio donde está. El pueblo estalla en cánticos de alegría, bendiciendo a Dios.

Aniversarios e imágenes familiares
Los lectores de LA CALLE que deseen enviar sus fotos referidas a cómo celebran sus aniversarios y viven la cuarentena desde sus casas pueden enviarlas –en forma gratuita- al siguiente correo electrónico: redaccion@lacalle.com.ar para su publicación. En lo posible, consignar los nombres de las personas que aparecen en la imagen, el apellido de la familia y la localidad de residencia.