Noticias sociales

Bautismo
Lorenzo Fernández fue ungido con los óleos bautismales en la parroquia San Vicente de Paúl.

Santoral
Los católicos recuerdan hoy a la Virgen de la Medalla Milagrosa. El 27 de noviembre de 1830 María se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, de la siguiente manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo, entonces, a sor Catalina: ‘Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan’. Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: «Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti». Y una voz dijo a Catalina: «Hay que hacer una medalla semejante a esto que estás viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen». Y apareció una M, sobre la M una cruz y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa. El arzobispo de París permitió fabricar la medalla tal cual había aparecido en la visión y, al poco tiempo, empezaron los milagros. (Lo que consigue favores de Dios no es la medalla, que es un metal muerto, sino nuestra fe y la demostración de cariño que le hacemos a la Virgen Santa, llevando su sagrada imagen).

El Arte de Vivir
Dada la situación existente por la pandemia de coronavirus, la Fundación El Arte de Vivir desarrolló programas gratuitos de asistencia y ayuda para profesionales de la salud, así como en cárceles y barrios carenciados de toda la Argentina.