En el mes de julio la industria mostró su segundo mes de rebote al crecer 0,7% respecto de junio, de acuerdo al Indice de Producción Industrial (IPI) que elabora FIEL.
El avance sostenido durante un bimestre es una buena señal, sin embargo, está acotado a pocos sectores, mientras que la mayoría solo ha conseguido morigerar la caída. En este sentido, FIEL advirtió que «la difusión de la recuperación interanual continúa limitada a unos pocos sectores, especialmente aquellos vinculados a la producción de alimentos y bebidas, y algunas actividades al interior del bloque de los químicos».
En términos interanuales, la caída fue del 7,9%, lo que es un deterioro ostensible respecto del -4,7% del mes pasado, pero una mejora notoria respecto del piso de -30,2% del mes de abril. Así, al considerar el conjunto de los primeros siete meses del año, la caída acumulada es del 10% respecto de igual período de 2019.
En los primeros siete meses del año la producción de alimentos y bebidas se mantuvo en el mismo nivel del año pasado, mientras que el resto de las ramas de actividad muestran caídas interanuales de distinta magnitud. Así, mientras los insumos textiles acumulan una baja del 2% respecto de un pobre 2019, la producción automotriz se hundió 41,8% respecto del mismo período del año pasado. En el medio, la industria de químicos y plásticos, cayó 3,6%; la producción de papel y celulosa, 4,8%; y la refinación de petróleo, 9.9%. En tanto, con una contracción superior al promedio de la industria el complejo del tabaco retrocedió 11,6%; la metalmecánica perdió 12,4%; los minerales no metálicos, 28,1%; y la siderurgia, 30,9%. En la comparación interanual -como se esperaba- ninguna rama logra mostrar una mejora, no obstante actividades al interior de los distintos bloques registran avances en comparación con julio 2019. «Por caso, la producción de automóviles creció marcadamente en el mes, contribuyendo a un importante recorte en el ritmo de caída del bloque automotriz. La recuperación de algunas actividades en julio de 2019 tras el apagón eléctrico y las precipitaciones récord en junio de ese año, determinaron una base de comparación más exigente.