Las instituciones

Por: Carlos Heller.

Si el anterior gobierno no dudó en hipotecar al país con el FMI, a espaldas del Congreso, el nuevo acuerdo necesariamente —por ley— deberá pasar por el Parlamento. Un cambio que refleja el espíritu de respeto por las instituciones y de intercambio permanente que guía la gestión de Alberto Fernández.
En mi anterior columna mencioné el tratamiento que tuvieron algunos proyectos en Diputados, en los que se trabajó en forma colaborativa entre los legisladores/as, el Poder Ejecutivo y las organizaciones de la comunidad. Hasta último momento se recibieron reclamos y observaciones que implicaban mejoras. Es un enfoque que privilegia a las instituciones y el funcionamiento republicano.
Dos de ellos sirven como un buen ejemplo de cómo se trabaja: el de Alivio Fiscal para los monotributistas, y una Ley de Fomento del ahorro y de la inversión en pesos.
En cuanto al monotributo, se siguieron recibiendo propuestas de organizaciones de la sociedad, diputadas/os y del Poder Ejecutivo, incluso el mismo día de la sesión, cuando ya hacía una semana que la Comisión de Presupuesto y Hacienda lo había despachado. Se trabajó durante la sesión hasta que se votó, introduciendo cambios que creemos son más beneficiosos para los monotributistas.
Respecto del segundo proyecto, se decidió volver atrás con una norma que limitaba ciertas maniobras para no pagar impuestos, debido a que se empezaba a tratar de instalar de manera incorrecta que “ahora quieren gravar los plazos fijos en pesos”. Sobre la marcha percibimos que esto hubiera sido negativo, con un efecto contrario al que estábamos buscando, por lo que se decidió quitar este punto.
Se quiso instalar un supuesto enfrentamiento entre Economía y la Cámara de Diputados, una observación falaz. Se trabajó exactamente al revés, de una manera totalmente colaborativa. Quienes integramos el bloque de diputados y diputadas del Frente de Todos nos sentimos parte del gobierno, porque integramos uno de los poderes, el Poder Legislativo, y nuestra tarea es trabajar colaborativamente y encontrando las mejores respuestas a través del diálogo constructivo.
Este tipo de conversaciones se dan todo el tiempo, aunque no aparezcan en los medios. Es una dinámica para destacar, ya que muestra la manera efectiva en que se trabaja, cómo se dialoga, y la flexibilidad existente para corregir cuando es necesario.