Las cámaras de seguridad no son la solución, son un negocio

Señor director:
Desde hace varios años se ha vuelto una moda o le hicieron creer a la mayoría de la población en general de la necesidad de instalar cámaras de seguridad en sus domicilios. Así aparecieron una gran cantidad de firmas dedicadas a la reventa y colocación de “sistemas” de vigilancia que están lejos de ser una herramienta que combata el delito.
En las últimas semanas vimos imágenes de cámaras de seguridad cercanas a la Cooperativa Médica que muestran a un delincuente violentando la puerta de un auto y robando pertenecías que estaban en el asiento del acompañante. A esto, le siguieron otras imágenes de un supuesto delincuente que circulaba en bicicleta a la espera de algún peatón desprevenido que circule por inmediaciones del centro de salud anteriormente mencionado.
En ambas secuencias, las personas filmadas estaban con el rostro cubierto y “trabajando” de manera despreocupada. Mientras la mayoría de los vecinos gastan fortunas en cámaras de seguridad que prometen un reparo para con los posibles ladrones que busquen una vivienda para invadir, la delincuencia sigue adelante. Esto quedó demostrado en el caso de la docente de concordia asesinada, ya que el domicilio estaba plagado de cámaras de seguridad y ninguna pudo identificar a los delincuentes.
Estaría bueno no engañar más a la gente con esta inversión innecesaria, que sólo sirve para rellenar espacios de la prensa destinados a la cobertura de noticias periodísticas. Recuerdo también un robo que quedó registrado en un barrio alejado del centro, donde se ven a dos motochorros robando a una mujer que caminaba por la calle.
Lo indicado sería que las autoridades de seguridad nos brinden esa tranquilidad de vivir en una ciudad con bajos índices de delincuencia.
La solución no está en una cámara de seguridad, que sólo te va a permitir ver a un delincuente operando con el rostro tapado. Encima que te roban, tenes que ver cómo fue el hecho una y mil veces en redes sociales. Los malvivientes ya se dieron cuenta que se tapan la cara y acá no ha pasado nada.
Rodolfo Ramos