Chicas que parecen inspiradas en las historias clásicas de Tom Sawyer y Huckleberry Finn. El cuento del niño fugitivo y su viaje intrépido, pero protagonizado por mujeres adolescentes. Momentos fugaces de una etapa de la vida, de descubrimiento, de amistades para siempre. Las imágenes de la fotógrafa estadounidense Justine Kurland abruman con una sensación de nostalgia. No es sólo por la moda de finales de los 90, sino también por el hecho de que esas chicas, a las que siguió en sus aventuras de verano entre 1996 y 2001, desaparecieron para convertirse en las mujeres que son hoy. Veinte años después sus fotografías han sido compiladas en un libro (“Girl Pictures”) en el que aquellas amigas de jeans holgados, descalzas y con suéteres gastados deambulan al borde de una ruta, exploran arroyos plagados de sanguijuelas o cruzan por debajo de puentes remotos. El punto focal es la libertad. También cierta sensación de peligro que las chicas enfrentan con un desafiante: “¿y qué?”.