A través de su trabajo fotográfico Alaín Laboile celebra y documenta su vida familiar: una vida en el borde del mundo, donde la intemporalidad y la universalidad de la infancia se encuentran. Como padre de seis hijos construye día a día un álbum íntimo que registra las libertades de esos hermanos creciendo en la Francia rural actual. Es una obra profundamente personal, pero también es accesible porque aborda la naturaleza humana y permite al espectador entrar en su mundo y reflexionar sobre su propia niñez. Alimentada todos los días y compartida con el mundo a través de Internet, su producción fotográfica se ha convertido en un medio de comunicación que lleva a un cuestionamiento sobre la libertad, la desnudez, el ser y el tener.