Una bióloga controla la flor de una titan arum, conocida también como “flor cadáver”, en el Real Jardín Botánico de Kew que alberga la colección de plantas vivas más diversa del mundo. Cuando esta flor originaria de las selvas subtropicales de la isla de Sumatra florece, el hedor a carne podrida llena el invernadero. Este año en el Jardín ubicado al sureste de Londres un ejemplar alcanzó los 3 metros de altura y se necesitaron varios horticultores para levantarlo. El olor acre de la planta es su forma de atraer a los polinizadores que se alimentan y se reproducen en la carne podrida. Así es como esta planta se ganó su reputación como la más nauseabunda del planeta. Pero aunque esta especie vive unos 40 años, rara vez florece y cuando lo hace sólo dura dos o tres días antes de derrumbarse. Durante ese proceso la espiga de la estructura floral produce calor, lo que ayuda a que el olor viaje varios kilómetros para atraer a los insectos. Y a la multitud que acude a contemplar el extraño fenómeno.