Hojas Sueltas. Convergencia

Ballpoint pen attached to blank loose-leaf paper placed on wooden table

Por: Ariel Vercelli

La expansión de las tecnologías digitales, el crecimiento de Internet y el surgimiento de un nuevo paradigma productivo han provocado que los pesados sistemas educativos de la modernidad pasen a ser una pieza estratégica para las políticas de desarrollo. La relación entre Internet y los sistemas educativos se ha transformado en un punto vital para la planificación orientada al desarrollo político, social, cultural, económico y a la defensa de los intereses nacionales-regionales de cualquier sociedad a nivel mundial. Indudablemente, el mayor capital que tiene una sociedad se halla en sus generaciones futuras y de allí el rol estratégico de cualquier sistema educativo. No existe desarrollo posible sin un sistema educativo que haya diseñado las estrategias conducentes, sin un sistema que pueda justificar ese desarrollo en el presente y, sobre todo, que pueda sostenerlo y optimizarlo en el tiempo.
Enfocada desde su potencialidad, la relación entre Internet y los sistemas educativos puede también caracterizarse como necesaria. Internet ofrece un espacio común de producción y distribución de valor único en la historia de la humanidad. La rigidez del aula, la relación maestro-alumno (maestro/tutor-a), los contenidos estáticos en soportes materiales o el gobierno descentralizado del estado nación, están mixturándose hacia nuevas formas dinámicas, digitales y distribuidas provenientes del espacio Internet.
El potencial que Internet ofrece al sistema educativo es claro y directo. En este punto la relación se caracteriza por la convergencia que los dos sistemas van a producir. Internet proviene del ámbito académico y, probablemente, ningún otro sistema social pueda aportarle mayor creatividad, innovación e inteligencia como el sistema educativo. Hasta hace pocos años se consideraba que la escolarización promedio requería al menos 20 años, desde la formación inicial hasta el nivel profesional. Sin embargo, en la actualidad este criterio ha cambiado radicalmente. Inaugurado por Internet, el nuevo paradigma productivo extiende el período de aprendizaje a un proceso continuo que abarca toda la vida de los individuos. Es obvio, la relación descrita no se dará ni por generación espontánea, ni será resultado de la gracia divina. Debe construirse en el tiempo y, por tanto, no está exenta de peligros. La inacción, la torpeza, el oportunismo y la corrupción pueden acrecentar seriamente las deficiencias, incapacidades, asimetrías e injusticias que tienen los sistemas educativos. Malas estrategias en esta relación pueden volver el sistema educativo un sistema más excluyente, inequitativo, estratificado, un bien transable y deficiente.