Hace 20 años partía el humorista Miguel Gila

De todas las vidas que tuvo el humorista Miguel Gila -de cuya muerte en Barcelona se cumplieron 20 años-, se recuerda su aparición en la televisión argentina desde 1962 con su acento hispano y una gracia particular, que aparecía con uniforme de guerra y con un viejo teléfono en mano ordenaba: «¡Que se ponga!». El idilio con el público local se estableció de inmediato y duró dos décadas, porque además de sus disparatados personajes que sumaban ternura y erudición, Gila también escribía en publicaciones gráficas, editaba libros y dibujaba chistes muy efectivos en los que parecía representarse a sí mismo. Como actor había comenzado con papeles a veces no acreditados en el cine español en 1953 y logró cierto cartel en Mi tío Jacinto, un melodrama de 1956 que promovía al «niño prodigio» Pablito Calvo (Marcelino pan y vino); y en la Argentina secundó a Palito Ortega en Muchacho que vas cantando (1971) y también actuó en Operación comando (1979).