Establecieron guía de búsqueda de mujeres desaparecidas por presunta violencia de género

Juliana Garay, responsable de la Comisaría de la Mujer. (Manuel Alderete)

La justicia provincial emitió documento con instrucciones para unificar este trabajo.

Por: Matías Dalmazzo

El procurador General de Entre Ríos, Jorge Amílcar García, aprobó el 29 de junio nuevas instrucciones para que la policía optimice las investigaciones penales en casos de búsqueda de mujeres o personas autopercibidas como tales, las cuales se encuentran en situación de violencia de género.
De esta forma, los uniformados deberán utilizar un formulario, para recabar información que posibilite minimizar cualquier contingencia de tiempo durante la búsqueda.
Con la intención de saber si en la ciudad se están utilizando estas herramientas, la redacción de La Calle dialogó con Juliana Garay, responsable de la Comisaría de la Mujer.
-¿Cuáles son los objetivos de los nuevos lineamientos de búsqueda de mujeres o personas autopercibidas como tales?
-Esta guía tiende a unificar criterios al momento de la recopilación de información, porque ya establece un formato de exposición donde te va dando diferentes ítems que deben completarse respecto a la persona desaparecida.
-¿Por ejemplo?
-Se tienen en cuenta las características físicas, vestimenta al momento de la desaparición, en qué circunstancias desapareció, amistades, redes sociales, movimientos bancarios y toda la mayor cantidad de información que se pueda recabar. Es ahí donde se va orientando la investigación. Cuando el funcionario detecta que la persona desapareció en un contexto de violencia de género o que fue víctima de esta situación, es donde se prende esa pauta de alarma.
Es importante la celeridad con la que se trabaja, por lo tanto hay lineamientos donde se establece que no se deben esperar 24, 48 ni 72 horas para empezar la búsqueda. Es muy importante iniciar la investigación lo más pronto posible; ya que cuanto más tiempo pasa entre que se vio a la persona por última vez, desapareció y se toma contacto con la policía, se torna más dificultoso el trabajo investigativo.
Esta unificación de criterios es también para que todas las unidades fiscales trabajen con los mismos lineamientos en toda la provincia.
-¿Existe una base de datos con antecedentes de violencia?
-Entre Ríos cuenta con un registro de violencia que es el Rejucav (Registro Judicial de Causas y Antecedentes de Violencia), donde todas las fiscalías, juzgados de familia y juzgados de Paz cargan los hechos de violencia de género de cada jurisdicción.
Este registro se tiene presente para hacer un entrecruzamiento de datos: si la víctima no hizo denuncia o en apariencia no hay antecedente de agresión en el momento de la desaparición, pero su pareja sí tenía antecedentes en otra localidad que saltó en el entrecruzamiento de datos, es una pauta de alarma. La familia de la víctima puede no tener conocimiento total del contexto.
-¿La policía reciben capacitaciones sobre cómo abordar los hechos de Violencia de Género?
-Sí. La policía de Entre Ríos adhirió a la “Ley Micaela”, que obliga a los empleados del estado de cualquier poder a capacitarse en esta problemática. Desde los institutos de formación se comienza con la capacitación y luego hay actividades constantes en los diferentes concursos de ascenso. Una de las formas para terminar con este problema, es que los funcionarios del estado tengamos capacitaciones constantes en este sentido.
-¿Hay un cambio de mirada social y policial con respecto a estos hechos?
-Sí. En el pasado se consideraba que la violencia de género eran problemas de pareja, cuestiones que debían ser solucionada dentro de las cuatro paredes de una casa y por lo tanto los de afuera no tenían derecho a intervenir. Hoy por hoy la mirada es totalmente diferente, la Violencia de Género son situaciones delictivas que muchas veces afectan y vulneran los derechos de las personas.
El estado tiene que intervenir y muchas veces lo hace a pesar de la voluntad de la víctima; por lo tanto se pone el acento en esto a los funcionarios policiales que intervienen, sobre todo en el común del trabajo diario. La mujer que quiere denunciar va a ser recibida en cualquier dependencia y se le va a tomar la denuncia.
Hay muchos ejemplos de personas que escuchan agresiones contra una vecina y llaman a la línea 101. Son cada vez más los que se involucran en este tipo de situaciones, emiten un alerta a la policía, intervenimos e informamos al juzgado.
Muchas veces las víctimas no quieren hacer la denuncia por diferentes motivos y nosotros en un momento de esos no vamos a presionarlas, pero sí lo comunicamos a la fiscalía, para que en otro ámbito se pueda entrevistar y resguardar a la víctima.