El telegrama

Este fin de semana, con pocas actividades para hacer en la ciudad en el marco de las vacaciones de invierno, me dirigí con mi familia al circo que llegó en los últimos días. Hay que decir que es bastante incómodo el lugar que le otorgaron al circo, en una zona donde las motitos y los autos con menores de edad circulan de manera temeraria. Mientras salía de una función este sábado, pude ver como tres motitos cruzaron haciendo zigzag, poniendo en riesgo la integridad física de dos menores. Pareciera que mandaron al circo a esa zona para esconderlo.

Hernán Portillo