Cuando baje la espuma de la victoria y crezcan nuevamente los casos de covid-19 en la ciudad, seguramente van a cuestionar el manejo sanitario de la pandemia, sin tener presente la barbaridad que fue haber asistido el sábado de noche a plaza Ramírez para festejar la obtención de la Copa América. Me llena de indignación ver cómo hacen oídos sordos a pedidos básicos para el combate de una pandemia y salen como salvajes a amontonarse en una plaza por un partido de fútbol. Mayores, jóvenes y niños saltando como si nada ocurriese.
Francisco Hernández