El telegrama

Que bendición, después de tanto sufrimiento, se podía observar cómo ayer la peatonal desbordaba de vida, gente caminando por todos lados, paseando, tomando mate, autos. Que placer ver que pese a estos dos años en los que el Coronavirus no lleno de tristeza, nos alejó de muchas personas y se llevó otras tantas, de a poco podemos volver a una normalidad moderada en la que no faltan los barbijos, el alcohol en gel y los protocolos para cuidarnos. Sigamos así vecinos, que le ganamos entre todos.
Gladys Barreto