El Indio Solari sorprendió con dos estrenos en el masivo show virtual de su banda

Las canciones Las ventajas de rezar solo y Encuentro con un ángel amateur conformaron el bloque en el que participó desde las pantallas montadas detrás del escenario. El show lleva más de medio millón de visualizaciones en YouTube.

Carlos ‘El Indio’ Solari sorprendió al estrenar dos nuevas canciones en el soberbio show virtual que Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, su banda acompañante, ofreció desde la localidad bonaerense de Villa Epecuén, en una transmisión por YouTube que alcanzó picos de poco más de 90 mil espectadores. Se trató de Las ventajas de rezar solo y Encuentro con un ángel amateur que, junto a Stragerdanger, es la única canción en el repertorio perteneciente al último trabajo editado El ruiseñor, el amor y la muerte, conformaron el bloque en el que el artista participó desde las pantallas montadas detrás del escenario. Lo cierto es que este incidente posibilitó que poco más de 90 mil usuarios se concentraran ante el canal oficial de YouTube de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado para disfrutar de un show de casi tres horas, en el que sonaron 32 canciones. Desde un imponente escenario montado sobre las ruinas de una zona que quedó sepultada por las inundaciones de mediados de los 80, la banda desplegó un impresionante show, con destacadas versiones y un repertorio pensado para fans de distintas épocas. Ocurre que el combo conformado por Benegas y Baltasar Comotto, en guitarras; Pablo Sbaraglia, en teclados: Fernardo Nalé, en bajo; Ramiro Naguil, en batería; Miguel Tallarita, en trompeta; Sergio Colombo, en saxo; y Luciana Palacios y Déborah Dixon, en coros; repasó gran parte de la discografía solista del Indio, echó mano a algunos clásicos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y hasta rescató algunos incunables de los inicios de la legendaria banda. Así sucedió con Rock de las abejas, Qué mal celo, Pura suerte y Un tal B.B., cuatro recordadas piezas para los fans de la primera hora de Los Redondos, que se repartieron en las voces de Sbaraglia, Comotto, Benegas y Dixon, respectivamente. También hubo espacio para clásicos como Semen up, La parabellium del buen psicópata, Juguetes perdidos, Mariposa pontiac/rock del país y La dicha no es una cosa alegre y Cruz diablo –con un guiño a The end, de The Beatles-, entre otros. Y, por supuesto, hubo un largo recorrido por la carrera solista del Indio, con parada en todos sus discos menos en el mencionado El ruiseñor, el amor y la muerte, que el grupo decidió no tocar debido a que no llegó a ser presentado en vivo en la voz del líder. Todo esto en destacadas versiones que dieron cuenta de una formación en un elevado nivel interpretativo, capaz de combinar con maestría intensidad sonora, potencia y sutilezas. En tanto, el desafío más grande a priori para este combo aparecía en el hecho de tener que reemplazar a la voz de su líder, lo que resuelvió con solvencia con la participación de todos sus integrantes, aunque con mayor protagonismo de Benegas, Sbaraglia, Comotto y las coristas. Sin embargo, hubo distintos pasajes en los que el lucimiento vocal recayó sobre Colombo y hasta Tallarita y Nalé se animaron a este protagonismo en Beemedobleve y Un poco de amor francés, respectivamente. Las coristas también tuvieron su momento de lucidez personal en Una rata muerte entre los geranios; Héroe del whisky, en el caso de Dixon; y ¿Por qué será que Dios no me quiere?, en el de Palacios. Desde un imponente escenario montado sobre las ruinas de una zona que quedó sepultada por las inundaciones de mediados de los `80, la banda desplegó un impresionante show. Desde un imponente escenario montado sobre las ruinas de una zona, que quedó sepultada por las inundaciones de mediados de los 80, la banda desplegó un impresionante show. Aunque los clásicos del Indio como solista fueron apareciendo a lo largo del show, sobre el final se concentraron algunos de los números más fuertes con To beef or not to beef, Flight 956, Pabellón séptimo y el infaltable cierre con Ji ji ji que, de acuerdo a los comentarios que iban poniendo en simultáneo los usuarios, provocó “el pogo virtual más grande del mundo”. Dirigido por Matías Mera, el video del show presentó algunas imágenes en pleno crepúsculo de las ruinas que provocaron en esa zona las inundaciones, tal vez como puente dialéctico con el desastre ecológico ocurrido este verano a partir de los incendios en la Patagonia. En tal sentido, el grupo aspiraba a que lo recaudado por la venta de entradas del show sea destinado a paliar los apremios económicos de los pobladores de esa región.