Editorial. Empresas

Por Carlos Heller

A propósito del reciente Día de las Infancias, desde la Cámara Argentina de la Industria del Juguete se informó que las ventas del sector superaron las expectativas y registraron un incremento de 10,7% en unidades respecto de 2019. Nada es fruto de la casualidad. En lo peor de la pandemia, a pesar de las limitaciones presupuestarias, el Gobierno apuntó a cuidar al aparato productivo para que esté en condiciones de reaccionar más adelante. Esto es lo que hoy se empieza a ver, de la mano de todo un conjunto de políticas para que la rueda virtuosa gire. El Ahora 12, por ejemplo, incluye los juguetes argentinos y genera un incentivo sobre la producción nacional. Hay una labor activa de protección por parte del gobierno ante la competencia de los productos importados.
Según el Centro de Estudios de la Producción, dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo, la inversión en el primer trimestre de 2021 se ubicó un 14,3% por encima del promedio de 2019. Este es el país que muestran los datos objetivos, muy distinto al que algunos quieren volver en base a la posverdad y a los intentos de generar desánimo. Al respecto, es interesante el análisis del argumento de que habría un éxodo de empresas, cuando el neto da que hay muchos más anuncios de inversión, un total de 896 entre enero de 2020 y junio de este año. En cambio, son 19 las famosas “fugas” de las empresas de la Argentina, que obedecerían a la mentada persecución, a los altos impuestos. De éstas, cinco son compañías aéreas, entre ellas Latam, que se declaró en bancarrota en Estados Unidos, y que despidió a miles de trabajadores y trabajadoras en América Latina. Otras 10 que se incluyen fueron en realidad compradas por capitales argentinos, como el caso de Walmart, es decir, hubo un cambio de manos.
El plan económico se mantiene firme y es esencial profundizar las líneas de lo que se viene haciendo. La mayor certeza que puede haber, tanto para quienes viven de los ingresos fijos, como para los sectores de la producción, es que se trabaje en la senda de recuperar el empleo y los ingresos, y en la profundización del mercado interno. Si crece el consumo los empresarios van a invertir, ya que podrán vender lo que producen. Si hay más producción también habrá más empleo, y así de corrido. Esto no quiere decir que estemos bien, sino que vamos bien, que las medidas van dando sus resultados.