Diputado oficialista vive en un terreno tomado

El diputado expresó que nunca fogonearía que alguien haga una toma.

Federico Fagioli, diputado nacional por el Frente de Todos fue uno de los que participó de la toma seis años atrás e n Pueblo Unido, Glew. Un asentamiento que se ubica en el municipio de Almirante Brown que se formó en 2014 cuando 115 familias ocuparon un predio abandonado en medio de Almafuerte, otro barrio popular que está desde hace más de 40 años y en el que nunca hubo acceso a servicios básicos como la luz y el agua. Gran parte de esas más de 100 familias que ocuparon Pueblo Unido se trasladaron desde Almafuerte para descomprimir el hacinamiento que los apremiaba. Otros llegaron de diferentes lugares donde no les alcanzaba el dinero para pagar el alquiler. Partidariamente dentro de la coalición oficialista responde al Frente Patria Grande liderado por Juan Grabois.
“Fue una necesidad de vecinos que no teníamos donde vivir. Cuando ibas a pedir al Estado que nos faciliten lotes con servicios para pagarlos en cuotas, nunca estaba esa propuesta; entonces los vecinos tomamos por nuestra cuenta un terreno baldío que también se quería adueñar una inmobiliaria, no para hacer su casita, como nosotros, sino para venderlo a una fortuna a precio dólar”, explicó el ahora diputado, quien anunció que ya se firmaron las primeras obras para la integración sociourbana de Pueblo Unido. Fagioli puntualizó que la gente de la zona “venía reclamando que se haga una plaza, una canchita de fútbol, cuestiones sociales”, también para dar respuesta a la inseguridad que generaba este baldío luego de cada puesta del sol. “Con la gente con problemas habitacionales decidimos recuperar el terreno para hacer viviendas y hoy los vecinos de alrededor están contentos porque pueden caminar por ahí”, agregó el militante social.
Después de haberse asentado en la zona, Fagioli sostuvo que “nunca hubo una orden de desalojo” porque “nadie pudo acreditar ser el dueño”. Asimismo, enfatizó que “nunca” lo volvería a hacer: “No se la pasa bien en una toma”. Pese a entender la situación por haberla vivido en carne propia, niega rotundamente que las organizaciones sociales estén detrás de las usurpaciones de los últimos meses.