¿Cómo se hace?

Si alguna vez fuimos el granero del mundo, esto seguramente estuvo asociado a una necesidad de otras latitudes y el compromiso y esfuerzo de un importante sector productivo que reunía las condiciones para generar y satisfacer esa demanda. Luego “pasaron cosas” y perdimos el enfoque del tipo de país que queríamos ser y con esto continuaron infinita cantidad de problemáticas que nos llevarían años de terapia entender o asimilar. Pero lo cierto es que siempre el costo de vida de los argentinos fue subiendo y aún generando lo más esencial como puede ser aquello que nos permita alimentarnos, vivir cuesta cada día un poco más. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó días atrás que la Canasta Básica Total (CBT) registró en diciembre un aumento de 4,7%, por lo que una familia tipo -dos adultos y dos menores- necesitó ingresos de por lo menos 54.208 pesos para mantenerse por encima de la línea de la pobreza. Según cifras oficiales, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) tuvo un incremento de 5,1%, por lo que el mismo grupo familiar debió percibir ingresos por 22.681 pesos para no caer en la indigencia. Con estos números y la estruendosa irrupción de la pandemia por coronavirus, el 2020 terminó con un incremento acumulado del 39,1% en la Canasta Básica Total y del 45,5% en la CBA, que solo incluye alimentos y bebidas que satisfacen requerimientos nutricionales. Hay países que necesitan décadas para juntar esos índices inflacionarios, pero la Argentina se encarga de demostrar cada año que su costo de vida es alto, altísimo y que no hay gobierno capaz de lidiar con ello y mucho menos mejorarlo. Utópico sería pensar en revertirlo. Así las cosas los uruguayenses y los argentinos en general la vamos peleando. ¿Cómo se hace? Es la pregunta que nos hacemos cada día para llegar a fin de mes, pagar los servicios, comer, vestir hijos y quizás darse un pequeño gusto. Esos para quienes trabajan, porque el escenario para el desempleado es abrumador y doloroso. La esperanza de algo mejor nos alimenta, pero cómo se hace para seguir sosteniéndola cuando los años y las gestiones gubernamentales se encargan de demostrarnos lo contario.