Señor director:
El cartel que indica los nombres de las calles que está en avenida Paysandú y San Martín fue afectado por los amigos de “hago lo que quiero con lo que es público”. Algún individuo o grupo de violentos creyó que era gracioso vandalizar la única señal que está en esa esquina y colabora para ubicarse a quienes no conocen la zona.
Cualquiera que pase por dicho lugar, Paysandú y San Martín, podrá ver al caño que sostiene los carteles a menos de 5 centímetros del piso. Fue literalmente doblado en su base y los carteles indicadores se doblaron de tal forma que si uno pasa rápido por el lugar y no presta atención, el cartel no se ve. Entiendo que está sobre una vereda de poco tránsito de personas y en una calle tan amplia, que los escasos centímetros que reduce la calle no son un impedimento para circular en el lugar. Cuando uno pasa caminando, llama realmente la atención cómo y en qué circunstancias se dobló ese caño de tal manera y desde la base. Lo que podemos asegurar es que el caño es de buena calidad, ya que no está quebrado, más allá de que está muy doblado.
¿Qué le cruza por la cabeza a un vecino para romper esto? ¿Debería haber una multa ejemplar para personas que rompan lo público? Yo creo que sí. Hay que ser realista y decir que si no atrapás al que rompe en el mismo momento que lo j¿hace, será imposible aplicar un castigo ejemplificador a alguien.
Esto es parte de cómo nos manejamos como sociedad, rompiendo todo lo que no es nuestro y es de todos al mismo tiempo.
Norma Guzman