Señor director:
¿Alguien se puso a pensar en los barrenderos de la ciudad que trabajan de madrugada, con un frío insostenible y sin la protección adecuada? Los barrenderos, sea verano o invierno, trabajan en silencio y de madrugada, mientras todos dormimos cálidamente en nuestras casas en invierno y fresquitos durante el verano. Sería importante dotarlos de indumentaria adecuada para que no tengan que respirar constantemente el polvillo que levantan barriendo las calles. Es una barbaridad que anden con barbijos que evidentemente no sirven para nada, ya que están destrozados, o con una remera vieja haciendo de tapaboca para no aspirar el polvillo. No me quiero imaginar lo que deben ser los pulmones de estos trabajadores que realizan en la ciudad una actividad insalubre y sin el equipamiento necesario.
Marcela Pérez