Ayer se cumplieron 124 años del fallecimiento de Leandro N. Alem

Fue abogado, político, revolucionario, estadista, masón argentino y fundador de la Unión Cívica Radical. Se lo recuerda por su importante trayectoria política. Nació en Buenos Aires, el 11 de marzo de 1842.

Se quitó la vida el día 1º de julio de 1896, camino al club El Progreso, luego de escribir un célebre testamento político, que entre sus conceptos expresaba:

«…Entrego, pues, mi labor y mi memoria al juicio del pueblo, por cuya noble causa he luchado constantemente.

En estos momentos el partido popular se prepara para entrar nuevamente en acción en bien de la patria. Esta es mi idea, éste es mi sentimiento, ésta es mi convicción arraigada, sin ofender a nadie. Yo mismo he dado el primer impulso, y, sin embargo, no puedo continuar. Mis dolencias son gravísimas, necesariamente mortales. ¡Adelante los que quedan! ¡Ah, cuánto bien ha podido hacer este partido, si no hubiesen promediado ciertas causas y ciertos factores!

¡No importa! Todavía puede hacer mucho. Pertenece principalmente a las nuevas generaciones. Ellas le dieron origen y ellas sabrán consumar la obra: ¡deben consumarla!».