Bronca e impotencia fueron las palabras mas escuchadas en la zona de vestuarios una vez concluido el partido entre Gimnasia y Gimnasia y Tiro de Salta.
Es que resulta imposible referirse al encuentro sin remarcar el polémico arbitraje de Bruno Amiconi y compañía. Sin un atisbo de vergüenza, permanentemente el cuarteto de negro inclinó la cancha a favor del elenco salteño. Parando el juego cuando el visitante se vio asfixiado, con faltas inexistentes y fuera de juegos muy dudosos manejaron el partido.
Como si fuera poco y para desconfiar aún más, desde la dirigencia del Lobo se vieron sorprendidos y mostraron su descontento con la decisión de los jueces de cambiar de hotel a último momento y sin justificación.
Lamentablemente las fechas se suceden y los nombres de jueces como Amiconi, Adrián Franklin, Jonathan Correa, Jorge Sosa y algunos más siempre están teñidos de desconfianza y sospecha. Pareciera que en tiempos de “streaming” donde la gran mayoría de los partidos pueden observarse, el Consejo Federal y el Departamento de Arbitral hacen la vista gorda.
