A 47 años de la obra que transformó la región

Abril es un mes particular para Salto Grande, significa algo más que un aniversario, es el legado de quienes visionaron, proyectaron y construyeron una obra que marcaría la región. Un visionario es aquella persona que reúne conocimientos, imaginación y creatividad para proyectar algo que ocurrirá en el futuro. Se podría decir que Don Gregorio Soler fue quien hace ya más de 120 años imaginó transformar la región con una obra que incluiría a dos países como protagonistas.
La idea era la obtención de mayores beneficios de las disposiciones naturales que ofrecen los rápidos del río Uruguay, en la zona de Salto Grande, para el desarrollo regional de ambos países. Esta gran obra comprendía la realización de una represa hidroeléctrica que beneficiara a la Argentina y el Uruguay en partes iguales.
En 1946 se firmó el convenio binacional que tiene por objeto “obtener el mayor beneficio de las disposiciones naturales que ofrecen los rápidos del río Uruguay, en la zona de Salto Grande […] aprovechar sus aguas para la producción de energía, y facilitar las comunicaciones terrestres, así como cualquier otro objeto que, sin menoscabo de los anteriores propósitos, concurra al enunciado beneficio común”.
Con el proyecto establecido, se fecha el primer día hábil de abril del año 1974 para dar inicio a una de las obras que es atravesada por más de un siglo de historia.
“En un día emblemático para Salto Grande, queremos reconocer a todos quienes nos antecedieron, e hicieron que esta obra de singular importancia para la zona sea hoy una realidad. Nuestro homenaje a quienes, con espíritu emprendedor y visionario, encabezaron los movimientos populares, técnicos y políticos que concibieron y apoyaron la idea de aprovechar las condiciones naturales que ofrecían los rápidos del río Uruguay, para el desarrollo económico, industrial y social de ambos países”, señaló el presidente de la Delegación del Uruguay, Carlos Albisu.