A 10 días del cierre de inscripción de frentes electorales, se configura el escenario electoral

“Reafirmar este camino de producción, trabajo y salud”, dijo Bordet en el Congreso del PJ.

El oficialismo nacional aceleró medidas económicas y la campaña de vacunación, como principales candidatos del espacio, mientras que la oposición define nombres y estrategias con el objetivo de llegar unificado. En Entre Ríos, el peronismo arrancó la campaña, mientras que Juntos por el Cambio se debate ante la posibilidad de internas.

Por Mariano Osuna

El próximo 14 de julio es la fecha final para la inscripción de las alianzas electorales y diez días después es el último plazo para la definición de los nombres y de las listas para los comicios legislativos que se realizarán el 12 de septiembre y el 14 noviembre, entre las elecciones primarias y las generales. El Gobierno nacional apuesta al Frente de Tod@s como paraguas de unidad y candidato central, mientras que la principal oposición, encarnada en Juntos por el Cambio, intenta escapar del laberinto en el que se metió por la discusión de conducciones para el 2023.

Mueve el oficialismo
La situación es dispar en ambas cámaras, ya que el oficialismo cuenta con amplia mayoría en el Senado de la Nación, mientras en la Cámara de Diputados requiere de acuerdos con bloques minoritarios, lo que ha traído más que un dolor de cabeza para la aprobación de leyes estructurales que no tienen consensos. Como adelantó Diario La Calle, en las elecciones de este año se renuevan 127 bancas en la Cámara Baja, donde el Frente de Tod@s necesita obtener diez bancas más para conquistar el quórum propio. Las gestiones sanitaria y económica aparecen como el eje principal de campaña del Gobierno nacional, que mira la situación de nuevas cepas y tercera ola en el mundo, mientras acelera la campaña de vacunación que tiene más de 22 millones de dosis aplicadas y más de 26 millones recibidas. A eso se suma las negociaciones para la compra de Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson, además de la llegada de 8 millones de Sinopharm en la próxima semana y el inicio de producción en el país de Sputnik V.

El otro frente es el económico. La inflación anual superior al 50% en 2019, sumado a los efectos nocivos de la pandemia, la falta de un shock de ingresos y los incrementos acumulados en la canasta básica en 2021, grafican un panorama que no pasa desapercibido para el presidente Alberto Fernández. El lanzamiento del Potenciar Trabajo, las negociaciones con los acreedores externos, la suspensión por 30 días de exportaciones, el nuevo marco comprendido sobre el tema carne, la movilización de la obra pública, las recientes leyes aprobadas con beneficios fiscales de Impuesto a las Ganancias, los últimos alivios a monotributistas, los cambios en Bienes Personales, la estatización de ferrocarriles de carga y el crecimiento de la recaudación de junio de un 69%, con números similares a épocas pre pandemia, marcan una línea de acción luego de una primera etapa, en los inicios del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, donde el congelamiento de los precios de los servicios públicos; la implementación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que llegó a 9 millones de personas; el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), con el objetivo de aportar la mitad del salario de pymes y pequeñas y medianas empresas; y el Pre-Viaje, para el fomento del turismo interno, caracterizaron esos meses.

El jueves pasado, en sesión maratónica, la cámara de Diputados aprobó el nuevo marco regulatorio de biocombustibles, mientras en simultáneo discute en Comisiones sobre la creación de una Bicameral que controle y fiscalice la licitación y el funcionamiento de la Hidrovía Paraguay-Paraná, que pasó por un año a manos del Estado. En otras palabras, entre definiciones a largo plazo y acciones más tangibles, el Gobierno nacional intenta poner en juego el programa de gobierno que la pandemia transformó, marcando otras prioridades. Las distintas voces del frente, con sus matices, encabezada por el propio Presidente, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa no parecen ser un obstáculo.

Sin conducción definida
Las elecciones de medio término siempre son difíciles para los oficialismos, aunque Juntos por el Cambio se encuentra en la disputa de sus conducciones, luego de ser Gobierno y este año afrontar nuevamente una votación como oposición. El rol preponderante que ocupa el ex presidente Mauricio Macri choca con las aspiraciones presidenciales del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. El debate por la lapicera, especialmente en Capital Federal, provincia de Buenos Aires y Córdoba, es una antesala del escenario interno hacia 2023. Diego Santilli, Jorge Macri o Facundo Manes en Provincia, y Patricia Bullrich o María Eugenia Vidal en Capital (aunque se descarta que la ex Gobernadora de Buenos Aires sea la candidata) grafican las distintas vertientes y estrategias aún no resueltas. Lo cierto es que una interna sería abrumadora.

En el medio de la polarización, el ex ministro de Transporte Florencio Randazzo, muestra fotografías de campaña con el socialismo santafesino, la tropa de Roberto Lavagna y el peronismo cordobés que responde a Schiaretti, mientras en simultáneo lo hace con actores de Juntos por el Cambio e incluso del Frente de Tod@s. La apuesta es tomar las bancas que ponen en juego bloques minoritarios, como Unidad Federal para el Desarrollo, conducido por el mendocino José Luis Ramón, que renueva el 66% de sus bancas, o el Interbloque Federal, encabezado por Eduardo Bucca, que pone en juego el 63% de sus escaños. Este segundo armado mantiene las esperanzas de sumar a todos los actores sueltos, con el objetivo que no muera una ancha avenida que cada vez se angosta más.

Entre Ríos
El jueves pasado, con una convocatoria virtual, sesionó en San Salvador el Congreso del Partido Justicialista de la provincia, donde incorporó en su carta orgánica la paridad de género. En su intervención, el gobernador Gustavo Bordet reivindicó la unidad del Frente de Tod@s, valoró las políticas nacionales sanitarias, de inversión social y de obras públicas, al tiempo que cuestionó la gestión de Mauricio Macri. A diferencia de la oposición, la posibilidad de internas es inexistente en el oficialismo provincial, donde las piezas se encuentran mejor posicionadas que en la antesala del 2019 cuando el Presidente era el interlocutor de Cristina de la unidad y ninguno tenía las responsabilidades institucionales que posee ahora.

Los nombres son una incógnita, aunque tampoco se esperan sorpresas. Como explicó Diario La Calle, en Entre Ríos se renuevan cinco bancas, de las cuales el peronismo pone en juego dos, que ocupan Carolina Gaillard y Mayda Cresto. Ambos nombres están en carrera para la renovación de sus escaños, además de la aparición de jóvenes ligados a organizaciones nacionales, como el funcionario nacional Tomás Ledesma o la actual diputada provincial Stefanía Cora, ambos de La Cámpora. También aparecen, entre operaciones cruzadas, nombres de funcionarios provinciales actuales, intendentes con segundo mandato e incluso el nombre de Mariel Ávila, esposa de Bordet. Lo definitivo es la unidad, en un contexto donde la región centro del país viene dando resultados dificultosos en comicios legislativos.

Por otro lado, en Juntos por el Cambio Entre Ríos no parece tan fácil esa concordancia. La figura del ex ministro del Interior de la Nación, Rogelio Frigerio, no logra aún todos los acuerdos necesarios, más allá del apoyo del actual diputado nacional de la UCR, Atilio Benedetti. La estrategia es que ambos vayan en la lista, con lugares expectantes de ingreso a la Cámara Baja, y con el segundo lugar, destinado a una mujer, como forma de convocatoria a esa unión que aún es inconclusa. Enfrente, se encuentra el espacio Construir, que encabeza el intendente de Chajarí, Pedro Galimberti y recluta a presidentes comunales radicales, no tan contentos con relegar nuevamente al Partido Centenario a ir detrás del PRO. En ese tablero, también aparecen otros espacios internos, como la figura del ex legislador Fabián Rogel o la línea que nuclea al ex gobernador Mario Moine, los ex intendentes Garbino y Leissa, y el ex senador Alasino. No parece que haya posibilidad de internas, pese a las imposturas de microclima, ya que las encuestas propias y ajenas no dan posibilidad a Galimberti y compañía de meterse en la discusión.

A 10 días del cierre, el oficialismo y la oposición tienen los frentes electorales confirmados, mientras quedan 20 días para la confirmación de los nombres finales hacia las legislativas de este año, que serán dos meses después por la legislación aprobada en el Congreso Nacional, que suspendió por única vez los plazos del calendario electoral. El tablero está dispuesto, a la espera de conocer las candidaturas.